En un Tomás Adolfo Ducó casi completo se entrenó ayer por la mañana el seleccionado argentino, en la previa del encuentro preparatorio de mañana frente a Haití (a las 20 en La Bombonera). Liderados por un Lionel Messi que se llevó las mayores muestras de cariño del público, los jugadores practicaron frente a alrededor de 30 mil personas, en su mayoría niños y niñas de clubes y escuelas de la Ciudad y el Conurbano, que comenzaron a llegar a estadio de Huracán desde las 9 horas.

La mayor ovación de la jornada ocurrió poco antes de las 11 cuando el número diez argentino saltó al maltrecho campo de juego junto a sus compañeros, para realizar la entrada en calor. Tras el breve calentamiento, se formaron dos grupos que realizaron ejercicios de fútbol uno en cada mitad de la cancha. Messi lideró uno de los grupos y actuó de comodín, es decir, con pechera diferente, tuvo la función de jugar para el equipo que ostentaba la posesión de la pelota. Del otro lado, el que hizo esa tarea fue Sergio Agüero. Más tarde, Messi y compañía ejecutaron tiros libres para el deleite de los jóvenes fanáticos, y terminaron el entrenamiento con fotos junto a los chicos de las Olimpíadas Especiales.

Finalmente, tras poco más de un hora de ejercicios, los jugadores se acercaron a cada una de las cabeceras del Ducó para despedirse del público y firmar autógrafos. Ahí fue cuando Messi realizó la mejor gambeta de la tarde. Tras las firmas, el rosarino encaró para el túnel y dejó pagando al presentador que quería darle el micrófono para que diera un mensaje a la multitud.

Sin embargo, no todo fue alegría en Parque Patricios ya que Marcos Acuña no pudo terminar la práctica por una molestia en su pierna izquierda, que luego el parte médico identificó como un “traumatismo”. El ex Ferro y Racing se lesionó tras mandar un centro y, tras hablar con Jorge Sampaoli, se dirigió anticipadamente a los vestuarios. Quien también estuvo presente pero no pudo trabajar a la par de los demás fue Nicolás Otamendi, quien realizó tareas diferenciadas tras sufrir una molestia en la zona inguinal durante la semana.

El plantel argentino volverá a entrenarse esta tarde a puertas cerradas en el predio de Ezeiza. Tras la despedida en territorio nacional frente a Haití, el seleccionado concentrará en Barcelona del 31 de mayo al 7 de junio para luego viajar a Israel y disputar, el 9, el último amistoso antes de viajar a Rusia. En tierra soviética, el plantel se quedará en la localidad de Bronnitsky, a unos 50 kilómetros de Moscú, a la espera del debut del sábado 16 ante Islandia.