Después de acumular siete victorias en otros tantos partidos en los tres primeros días del torneo, el tenis argentino despertó del sueño en Roland Garros ayer, con las eliminaciones de Federico Delbonis, Leonardo Mayer, Marco Trungelliti y Guido Andreozzi. Los cuatro argentinos saldaron con derrotas sus respectivos partidos, todos en segunda ronda salvo Mayer, que registró su derrota en la primera.

Ese revés evitó precisamente un pleno en la primera ronda, después de que los otros siete argentinos hubieran empezado el torneo ganando. Mayer (42 del mundo), que tuvo que terminar ayer el partido que había comenzado el martes y que fue interrumpido por la llegada de una tormenta, se vio superado por el veterano francés, de 36 años, Julien Benneteau (62), ante el que cayó por 2-6, 7-6 (4), 6-2 y 6-3.

Se frustró así un atractivo duelo argentino en segunda ronda y Benneteau será el rival mañana de Juan Martín Del Potro (6), quien se clasificó el martes a la segunda ronda al vencer a otro francés, también de 36 años, Nicolas Mahut.

“Así es este deporte. Hay un montón de sensaciones y hoy me sentí mal. No podía jugar. Es un día de esos en los que no puedes meterla de ninguna forma. El jugó muy bien, podía ser la última vez que él jugara aquí y tenía mucha motivación”, estimó Mayer.

Las otras tres derrotas argentinas de la jornada llegaron en partidos de segunda ronda. Federico Delbonis (69) plantó batalla e hizo sudar al undécimo del mundo, el español Pablo Carreño, pero acabó perdiendo por 7-6 (0), 7-6 (2), 3-6 y 6-4. Delbonis había ganado cuatro de sus cinco duelos anteriores ante Carreño, aunque ya había perdido ante el español en el único que había tenido lugar en Roland Garros, en la primera ronda de 2016.

Por su parte, Guido Andreozzi (109), de 26 años, despertó de su sueño francés al caer ante otro español, el experimentado Fernando Verdasco (35), por un claro 6-4, 6-2 y 6-2, y se despidió así del torneo al que había logrado ingresar por primera vez. Su victoria del domingo en la primera ronda contra el estadounidense Taylor Fritz (70) le había permitido conseguir su primer triunfo en el cuadro principal de un ‘grande’, después de haber caído dos veces en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos (2012, 2016).

El otro adiós nacional fue el de uno de los jugadores que más ríos de tinta hizo correr en los primeros días de este Roland Garros, el santiagueño Marco Trungelliti, protagonista inesperado del lunes en Roland Garros por su viaje contrarreloj para llegar a París.

“Mi abuela se tomó una cerveza cuando terminó el partido. Yo también, con ella. Ya esto terminó, no hay más lucky losers, nada más para mí. Tomar una cerveza de vez en cuando está bien y uno no siempre tiene la oportunidad de tomarse una cerveza con su abuela”, comentó el número 190 del mundo después de perder con el italiano Marco Cecchinato (72) por 6-1, 7-6 (1) y 6-1, tras menos de dos horas de partidos.

Trungelliti había entrado a última hora en el cuadro principal como uno de los lucky losers (repescados) y tuvo que viajar a París desde Barcelona en un auto de alquiler junto a su hermano, su madre y su abuela Dafne, de 89 años.

Otros cuatro argentinos siguen en carrera y jugarán hoy pasado el mediodía sus partidos de segunda ronda: Del Potro, Diego Schwartzman (contra el checo Adam Pavlasek), Horacio Zeballos (contra el estadounidense John Isner) y Guido Pella (frente al español Rafa Nadal).