Desde Roma

Esta vez parece que va en serio. El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, dio ayer por la noche el encargo oficial de formar el gobierno a quien ya había sido encargado y renunció hace una semana, el abogado Giuseppe Conte, y éste inmediatamente le presentó la lista de ministros. El presidente tomará juramento a los ministros y al premier hoy por la tarde,  en el Palacio del Quirinale, sede de la presidencia. 

De esta manera uno de los gobiernos más cuestionados de la historia reciente, liderados por el anti establishment Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y la derechista Liga, oficialmente entrará en funciones el viernes, aunque para ser definitivo en realidad necesitará del voto del Parlamento en los próximos días. 

“Trabajaremos intensamente para cumplir con los objetivos políticos de nuestro programa de gobierno y para mejorar la calidad de vida de los italianos”, dijo Conte luego de leer ante la prensa la lista de ministros. Eran casi las 22 cuando se supo que los dos líderes de los partidos que forman el gobierno, Luigi Di Maio del M5E y Matteo Salvini de la Liga, fueron incluidos no sólo como ministros sino, ambos, como vicepresidentes del Consejo de Ministros, es decir vice primeros ministros. Y ya esto habla de cuán poca será la libertad de Conte ya que estará bajo el control, por lo visto, de los dos líderes, que para llegar a un acuerdo de gobierno en un primer momento, aceptaron no ser premier ninguno de ellos. Pero Di Maio tendrá además el ministerio del Trabajo y del Desarrollo mientras Salvini conservó para él del Interior, es decir el lugar que le permitirá tomar todas las medidas que quiere implementar contra los migrantes, sobre todo africanos, que llegan por miles –2000 sólo la semana pasada– a las costas italianas. 

Conte había presentado ya una lista de ministros –acordada con Di Maio y Salvini– a Mattarella hace poco más de una semana y en el ministerio de Economía había sido puesto  Paolo Savona , un economista con una larga experiencia en el mundo bancario italiano, que se había declarado un crítico de la Unión Europea y sobre todo anti euro, por lo cual el presidente Mattarella –que según la Constitución puede cuestionar la lista de ministros que le presente el premier designado– lo puso en discusión. En la nueva lista de ministros Savona fue desplazado el ministerio de Asuntos Europeos, mientras en Economía fue colocado Giovanni Tria, decano de la Facultad de Economía de la Universidad romana de Tor Vergata. Otros dos puestos importantes son el Ministerio del Exterior, encargado al abogado y político Enzo Moavero Milanesi, que ha tenido varios cargos internacionales, y la subsecretaría del Consejo de Ministros que se asignó al número dos de la Liga, Giancarlo Georgetti.

El caso Savona fue el que desató la primera crisis desde las elecciones del 4 de marzo y la que prácticamente desplazó el primer intento de gobierno M5E- Liga. Di Maio y Salvini se pusieron muy rígidos ante Mattarella y dijeron “Con Savona en economía o vamos a elecciones”. Fue una crisis sin precedentes en la historia de la República, como recordó la prensa italiana, porque Di Maio, enojadísimo por la negativa del presidente hacia Savona, amenazó a Mattarella con un juicio político por no haber respetado, dijo, el voto de los italianos.

Las amenazas duraron pocos días, hasta que Di Maio se dio cuenta de que el “impeachment” que él quería hacer no iba a ser posible, primero porque para hacerlo necesitaba una mayoría parlamentaria y Salvini no se había plegado a su idea. Segundo porque el cuestionar con esa agresividad una institución muy respetada en Italia, como es la Presidencia de la República, le iba hacer perder la confianza de sus votantes. En pocos días Di Maio se echó atrás sobre el “impeachment” pero en el Internet mientras tanto habían volado amenazas, incluso de muerte, contra Mattarella, que la policía investigó, arrestando a algunos de los responsables. 

Di Maio y Salvini comprendieron que se les esfumaba definitivamente la posibilidad de gobernar cuando Mattarella le pidió al economista Carlo Cottarelli la formación de un gobierno técnico para llevar al país a las elecciones. Para el M5E iba a ser la primera vez que llegaba al gobierno nacional. La Liga, cuando se llamaba Liga Norte, gobernó junto a Silvio Berlusconi en 2008-2011. Los dos líderes, después de varios encuentros,  cambiaron de idea y el pasado miércoles , luego de 87 días de inestabilidad, comprendieron que estaban perdiendo una gran oportunidad y dieron un paso atrás, comunicándoselo al presidente.

 Por esa razón Cottarelli, después de hablar ayer con Mattarella, se presentó  ante los periodistas diciendo: “Gracias al presidente Mattarella. Mi trabajo ya no es necesario pero ha sido un gran honor para mí trabajar para el país aunque fue por pocos días”. Y recibió –cosa rarísima– un prolongado aplauso de parte de la prensa.

 Todos los vaivenes y los cambios de marcha de los dos aliados- porque antes de presentar la lista de ministros que fue bochada pidieron varias prórrogas al presidente para poder acordar sobre un programa de gobierno y sobre el gabinete –llevaron a una gran inestabilidad y a una crisis financiera esta semana, provocando, entre otras cosas, una caída de la Bolsa de Milán, el aumento del Spread– la diferencia entre los bonos a 10 años del estado alemán y los italianos- considerado un indicador de estabilidad en Europa y la posibilidad del aumento de los intereses bancarios. “Un gobierno populista y de derecha, un peligro para Italia”, comentó sobre el nuevo gobierno el secretario regente del Partido Democrático (centroizquierda) Maurizio Martina.

 Toda esta “telenovela” como algunos medios de difusión la han bautizado y que fue definida por otros como “El manicomio Italia”, tal como tituló a toda página ayer el diario Libero, parece a punto de concluir.