Será un día de definiciones para la CGT y el Gobierno. En un horario de la mañana –que anoche todavía no estaba definido–, la conducción de la central obrera irá hasta el Ministerio de Trabajo para conocer la respuesta oficial al petitorio de cinco puntos presentado el jueves pasado como condición para que no se convoque a una medida de fuerza. Luego de esa reunión, por la tarde deliberará el consejo directivo de la CGT y, de acuerdo a la respuesta que le hayan dado, determinará si convoca o no a un paro de 24 horas, tal como ya hicieron las dos CTA y como le exigen los sectores internos más duros. Ayer, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que lidera el bancario Sergio Palazzo reclamó a la CGT “la inmediata convocatoria a un paro nacional y a un plan de lucha general” en rechazo de “la suspensión del aumento de tarifas, los despidos y la reforma laboral”.

“La CGT no fue convocada aún formalmente a la nueva reunión de mañana. Lo único que sabe el consejo directivo es que esta vez se realizará en Trabajo y no en Gobierno, aunque todavía se desconoce el horario”, puntualizaron ayer voceros cercanos al triunvirato de conducción de la central que integran Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña. El jueves, una delegación sindical le presentó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, un petitorio que incluía la suspensión de despidos por seis meses, que el medio aguinaldo que se paga a fin de mes no tribute ganancias y la reapertura de negociaciones paritarias. La central deliberó el jueves último durante tres horas y decidió un cuarto intermedio a la espera de una respuesta oficial antes de determinar en la nueva reunión de consejo directivo para hoy a las 17, en la sede de Azopardo, para decidir si convoca o no a un paro general.

Hasta ahora, como toda respuesta, el Gobierno habilitó un aumento salarial del 5 por ciento adicional sobre el 15 ya acordado por la mayoría de las organizaciones sindicales en las paritarias.

La CGT ratificó ayer su solidaridad con los gremios en conflicto como camioneros –que ya decidió una huelga nacional para este jueves (ver página 13)-, alimentación, impositivos, aduaneros y los sindicatos de la Patagonia, en especial a partir de la situación social en Chubut.

Claro que los sectores más combativos de la central, los tiempos de los triunviros no son los que ellos pretenden. En el caso del sector de Palazzo, reclamó “la declaración de la emergencia alimentaria, paritarias libres y la derogación de la Ley Previsional, todavía cuestionada por la justicia federal”. Además, pidió que la CGT se reúna con los jefes de los bloques parlamentarios para analizar el acuerdo firmado con el FMI.