Treinta y seis años después de su última participación en un Mundial, después de 19 entrenadores que dirigieron a su selección de fútbol y de nueve presidentes que ocuparon con diversa suerte el Palacio del Gobierno de Lima, Perú volverá mañana a jugar en un Mundial de fútbol.

El rival será Dinamarca, por la primera fecha del Grupo C, pero eso parece lo de menos para los más de 15 mil hinchas peruanos que invadieron Saransk, una pequeña ciudad de 300.000 habitantes, a 600 kilómetros al este de Moscú, la más provinciana de las sedes del Mundial. El dato impacta: por estas horas, el cinco por ciento de la población de Saransk es peruana.

Tan larga fue la espera que ninguno de los 23 jugadores que integran el plantel de Ricardo Gareca habían nacido en 1982, cuando Perú comenzó a recorrer el desierto fuera de los Mundiales.

En un grupo que se completa con Francia y Australia –que también juegan hoy desde las 7 horas–, será un duelo que se presume muy parejo entre dos equipos que defenderán una racha de 15 partidos y 18 meses sin perder. Mientras los daneses no recibieron ningún gol en 2018, los peruanos arrastran el mejor invicto de su historia, superior a los 12 partidos que habían sumado entre 1937 y 1942. La última derrota de Perú fue 0-2 ante Brasil, en 2016.

Fiel a su estilo, Gareca no confirmó la formación que hoy se presentará en el Mordovia Arena y que romperá la ausencia de Perú que comenzó en el Mundial de España 1982, con una triste eliminación en primera ronda, pero es posible una sorpresa: que Paolo Guerrero no sea titular.

Los últimos entrenamientos sugieren que entre el delantero del Flamengo y Jefferson Farfán, la otra figura internacional más reconocida de Perú, solo habrá una vacante para ser titular.

El delantero de Flamengo llevaba varios meses inactivo cuando un Tribunal de Justicia suizo le levantó la suspensión por doping el 31 de mayo. Hasta entonces, Gareca y Perú habían conseguido muy buenos resultados con Farfán en su lugar, incluida la clasificación al Mundial, gracias al repechaje contra Nueva Zelanda.

En la conferencia de prensa que brindó ayer en Saransk, Gareca no quiso confirmar el equipo titular que hoy jugará ante Dinamarca pero dejó en claro que priorizará el funcionamiento por sobre los nombres.

“El equipo sabe lo que tiene que hacer en el campo de juego”, respondió Gareca cuando le preguntaron si el regreso de Guerrero le había implicado un reto táctico. “Todo el tiempo estuvimos abocados a tomar decisiones para el Mundial”, agregó Gareca.

Algunos metros por detrás de Guerrero o Farfán, seguramente mantendrán sus lugares los tres media puntas, Edison Flores, Christian Cueva y André Carrillo, que garantizan juego fluido.

Para Perú será su quinto Mundial, tras sus participaciones en 1930, 1970, 1978 y 1982. Sus mejores actuaciones fueron en México 70 y Argentina 78, cuando alcanzó la segunda ronda. Justamente, Gareca planteó que el objetivo de su equipo será pasar la fase grupos. “Somos un equipo que se plantea objetivos, hacer el mejor papel posible, y por lo tanto el objetivo es clasificar”, dijo ayer el técnico argentino.

Del lado de Dinamarca, que también jugará su quinto Mundial, sobresalen el mediocampista del Tottenham  Christian Eriksen, y el arquero Kasper Schmeichel, hijo de Peter, titular en la selección de su país en Francia 1998.