Cuando el año pasado se estrenó Paterson de Jim Jarmush, su recepción produjo la curiosidad por el poeta que inspiraba con su aura la película. El protagonista es un colectivero y no un médico. Y los poemas que compone en la ficción no son de W.C.W. sino de Ron Padgett, un minimalista contemporáneo. Desde entonces hasta hace unos días, al recorrer librerías buscando traducciones de W.C.W., no me sorprendió demasiado su escasa distribución, tan parecida a una  ausencia. Como es común que suceda con los libros de poesía, los de W.C.W pueden resultar tan inhallables. Sin embargo, pueden detectarse, usadas, las ediciones de Visor (Madrid) Cien poemas, en traducción de Matilde Horne y Carlos Manzano y Poemas (edición bilingüe) de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal. Otro milagro puede ser el encuentro de Historias de Médicos en Montesinos (Madrid), traducción de Nuria Vilanova. Más acá, y como novedosa está al alcance Paterson de Cátedra, una estudiosa y cuidada edición de Margarita Ardanaz. Imprescindible para los que busquen adentrarse en la ideología de este autor es La invención necesaria”, de Ediciones Universidad Diego Portales (Santiago, Chile), que contiene ensayos, poemas y cartas. La selección, traducción y notas estuvo a cargo de José Antonio Montiel, también traductor de Cuadros de Brueghel y La música del desierto en Lúmen (Barcelona). Mención aparte merece la delicada edición artesanal de Kora en el infierno: improvisaciones” (Barba de abejas), primera publicación en nuestro idioma, con traducción, prólogo y notas de Matías Moscardi.