Lejos de mejorar la confianza, los cambios en el Gobierno provocaron ayer un lunes negro en la Bolsa porteña. El promedio de acciones de empresas líderes se desplomó 8,3 por ciento, el peor desempeño bursátil diario en la era Cambiemos, arrastrado por los papeles del sector energético, impactados por el cambio de ministro de Energía, y los bancarios, ante los medidas regulatorias del Banco Central sobre la actividad para tratar de frenar la corrida cambiaria (ver aparte). Esas dos actividades registraron bajas de hasta casi 14 por ciento. Los títulos públicos en dólares recortaron hasta más de 4 por ciento, ante una divisa que cedió algunos centavos y la expectativa de ser mercado emergente cada vez más difícil en la actual crisis cambiaria local. 

El despido de Juan José Aranguren de Energía, reemplazado por Javier Iguacel, implica la decisión de llevar a cabo un proceso de ajuste de tarifas más moderado, pese a que el presidente Mauricio Macri haya confirmado que se acabó el gradualismo. De moderarse los aumentos, las ganancias de las empresas del sector energético serían menores y eso repercutió en esos papeles. En el caso de los bancos, los límites a la tenencia de dólares y a la liquidez que pueden poner en juego en el mercado tuvo el mismo efecto. A esto se sumó la incertidumbre respecto del resultado del mega vencimiento de Lebac de hoy y la decisión de la calificadora MSCI sobre el estatus de la Argentina como economía de frontera o emergente, noticia que se difundirá mañana.

Esas señales recibidas por los inversores se reflejó en las bajas de los papeles Transportadora de Gas del Norte (-13,8 por ciento), Mirgor (-13,3), Transener (-12,3), Supervielle (-11,8), Holcim (-11,4), Banco Francés (-11,4), Banco Macro (-11), Distribuidora de Gas Cuyana (-10,2) y Pampa Energía (-10). En títulos públicos, los principales retrocesos fueron para Argentina 2027, con un rojo de 4,1 por ciento, seguido por el Bonar 2020 (-3,8), el Bonar 2024 (-3,1), Discount bajo ley argentina (-2,9) y el bono a 100 años (-3). Como resultado de ese mal desempeño de los papeles de la deuda, el riesgo que mide la banca de inversión JP Morgan se elevó 3,3 por ciento hasta 569 puntos, el mayor nivel desde octubre de 2015.