La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, visitó ayer en el estado de Texas un centro de acogida de niños migrantes que han sido separados de sus padres al cruzar la frontera con México. Sin embargo, la campera que la esposa de Trump eligió usar empañó, en parte, su acto de presencia en el pueblo de frontera de McAllen. 

“A mí realmente no me importa, ¿y a vos?” (I really don’t care, do you?), se leía en la campera de la primera dama al abordar el avión que la llevó a Texas. Aunque Melania se la sacó al llegar al albergue de niños migrantes, las imágenes fueron suficientes para que en las redes sociales circulen dos teorías. De acuerdo con una, la primera dama no se interesa realmente por los migrantes. Según la otra lectura, el mensaje de la chaqueta podría haber estado dirigido a su esposo, Donald Trump, quien podría no estar del todo complacido con el viaje de la primera dama a la frontera en medio de la controversia por su criticada política migratoria. Según su vocera, Stephanie Grisham, no había un mensaje oculto. “Es una campera”, dijo la portavoz.

Tras la visita, y más allá del revuelo que causó su elección de vestuario, la esposa del presidente habló sobre el estado de salud de los niños y las condiciones en los que son albergados con el personal del centro en el pueblo de frontera de McAllen, a quienes agradeció por su duro trabajo y su compasión. 

Melania Knavs (su apellido de soltera) habló en un cuarto con las paredes decoradas con dibujos hechos por niños y un mural con un árbol de hojas verdes y un cartel amarillo en el que podía leerse: “El árbol de la bondad”. Esta semana, las autoridades migratorias publicaron imágenes de los ambientes donde duermen y están encerrados los menores que fueron separados de sus padres en la frontera por fuerzas de seguridad. No se sabe si la esposa de Trump recorrió estas zonas.

La primera dama, de 48 años, afirmó, a su vez, que el objetivo debía ser reunir a los menores cuanto antes con sus familias y dijo que ella misma contribuirá lo más que pueda a que esto sea así, indicó la Casa Blanca. 

En el centro que visitó hay 55 niños de entre 5 y 17 años de Honduras y El Salvador. Sin embargo, en este albergue, sólo seis de estos niños fueron separados de sus padres migrantes. El resto llegó como menores no acompañados. 

Según indicó el miércoles CNN, Melania Trump pudo haber influido en su marido en la decisión de dar marcha atrás en la política de separación de familias de migrantes ilegales en la frontera sur. “A mi esposa le importa mucho. A mí me importa mucho. Pienso que cualquier persona con corazón puede comprenderlo”, había dicho el mandatario el miércoles en la Casa Blanca tras firmar el decreto para poner fin a separación de familias migrantes.

Además, pocos días antes, la vocera de la primera dama había afirmado: “La señora Trump odia ver a los niños separados de sus familias y espera que las dos partes (en el Congreso) puedan finalmente ponerse de acuerdo para lograr una reforma migratoria exitosa”. Y añadió: “Ella cree que debemos ser un país que sigue todas las leyes, pero también un país que gobierna con corazón”, añadió. 

De esta forma, Melania Trump se sumó a las otras cuatro primeras damas con vida en Estados Unidos (Michelle Obama, Laura Bush, Hillary Clinton y Rosalynn Carter) en las críticas a la política de separación de niños de sus familias.