Tuvieron que pasar 189 minutos para que el último campeón vuelva a la vida en Rusia. Con un gol en el quinto minuto de descuento de su figura Toni Kroos, Alemania dio vuelta la historia frente a Suecia y cambió lo que iban a ser lágrimas de eliminación por un desahogo final que anunció al resto de los equipos el despertar de un gigante.

A diferencia del debut –donde México por momentos le jugó de igual a igual– Alemania encontró ayer en Suecia un adversario completamente replegado. Así fue que los dirigidos por Joachim Löw protagonizaron un verdadero bombardeo contra el arco de Olsen durante gran parte del partido. Sin embargo, cada uno de los germanos que se internaba en el área para empujar algún centro o pase al medio tenía que definir con un par de roperos suecos encima, lo que no les facilitaba las cosas. Esa fue la vía de ataque por la que optó Alemania: hacer circular (y dormir) la pelota en el medio y de pronto abrir la cancha con sus laterales/wings, quienes mandarían la pelota en busca de Müller, Reus o Werner dentro del área.

Sin embargo, esa abrumadora tenencia del balón (76 por ciento a 24) derivó sorpresivamente en el inesperado gol sueco. El perfecto Kross entregó mal, Claesson se la llevó por derecha y mandó el centro al área para Ola Toivonen, quien la mató con el pecho entre dos y definió de emboquillada sobre un Neuer al que sólo le quedó pedir por una inexistente posición adelantada. Ola y chau para el sueño del bicampeonato alemán. El gol sueco significaba la temprana despedida del último campeón, que confirmaba que no estaba aceitado en el retroceso. Minutos antes, una recuperación de los escandinavos también había hecho sonar las alarmas. Berg se escapó y cuando iba a definir, Boateng le trabó la pierna. El árbitro polaco no cobró nada, el VAR tampoco, y Neuer despejó la pelota.

Cuatro cambios presentó Löw con respecto al equipo que sufrió el tequilazo mexicano en la presentación. Entre las mas destacadas estuvieron las salidas de Khedira y Ozil, que dejaron su lugar a Rudy y Reus. Este último fue el autor del gol del empate a comienzos del segundo tiempo. Con la rodilla y casi de carambola, el del Dortmund mandó a guardar un centro del indomable Werner desde la izquierda. Por allí pasó la clave de la remontada. En el entretiempo, el DT mandó a Gómez a la cancha y recostó a Werner sobre la izquierda, por donde pasaron todos los embates germanos.

De ahí en adelante, la dominación alemana chocó con el arquero sueco, los palos y la mala suerte. Además, se quedó con un jugador menos por la expulsión de Boateng. Sin embargo, en el descuento, una infracción al costado del área le dio la oportunidad a Kroos de remidirse y clavarla de derecha en el ángulo. Contra las cuerdas, el campeón sacó un Kroos de derecha salvador. Finalmente, lejos del invierno, Alemania llegó a Rusia.