Tal como adelantó en exclusiva Página/12, la Cámara Nacional Electoral instó ayer al Congreso a que actualice la distribución de la cantidad de diputados nacionales. En un fallo firmado por los jueces Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera, el tribunal advirtió que el número de integrantes de la Cámara baja se elige de acuerdo al censo de 1980 y no en base al último, realizado en 2010, como marca la Constitución Nacional. Entre otras consecuencias, implicaría que por ejemplo la provincia de Buenos Aires tenga 30 representantes más y, en cambio, la ciudad de Buenos Aires siete menos. En 2016 se había intentado avanzar con iniciativas en ese sentido pero nunca lograron prosperar. 

La Cámara Electoral resolvió hacer lugar a la demanda de un votante cordobés, que alegó que “por encontrarse desactualizada la cantidad de diputados que se eligen por distrito, el valor de su voto es inferior al de los ciudadanos de otras provincias”. Tomando ese planteo requirió al Congreso que los recaudos para ejecutar el mandato constitucional establecido en su artículo 45, que obliga a ajustar la representación a los datos del censo. “Cuanto más exacta sea la relación entre la población de la República y el número de sus diputados, más fielmente se respetará el sabio plan de organización del Poder Legislativo adoptado por la Constitución argentina”, sostuvieron los magistrados en su fallo, quienes recordaron que la Constitución establece que “después de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada por cada diputado”.

Dalla Vía y Corcuera advirtieron que la actual composición de la Cámara de Diputados “resulta claramente anacrónica” ya que fue dispuesta por el gobierno de facto del general Reynaldo Bignone, quien promulgó en 1983 la ley 22.847. Allí el dictador determinó que la cifra sería de un diputado cada 161 mil habitantes o fracción no menor de 80.500. Además, dispuso que cada provincia tendría 3 diputados adicionales a la proporción que le toca y un piso mínimo de cinco. Entre otras cosas, esto le otorgó una sobrerrepresentación a los distritos con menos habitantes.

Mediante un comunicado, los jueces del máximo tribunal electoral se encargan de aclarar que “más allá de la adecuación que debe realizarse, el número de diputados no necesariamente habría de variar en mucho, lo que denota lo innecesario de la modificación en la partida presupuestaria correspondiente para solventar el gasto que implicaría la puesta en función de los eventuales nuevos cargos”. La explicación toma en cuenta el contexto de fuerte ajuste del gasto público que está llevando adelante el Gobierno de Mauricio Macri. El tribunal, que suele tener reiteradas pujas con el Ejecutivo por el tema de los recursos para desarrollar su tarea, lo resaltó expresamente: “no es ajeno a las dificultades económicas que circundan la realidad de nuestro país”,

Actualmente existen dos proyectos con estado parlamentario para modificar la distribución de las bancas. Uno de Nicolás del Caño (FIT-PTS) y otro de Carla Carrizo (Evolución). El de Carrizo, radical y compañera de bloque de Martín Lousteau, formó parte de la discusión fallida de 2016, junto a otras dos iniciativas de las ex diputadas nacionales Myriam Bregman (FIT-PTS) y Margarita Stolbizer (GEN). En aquel momento, el debate se truncó por la resistencia de la UCR, una fuerza con poco peso electoral en la provincia de Buenos Aires y mayor presencia en los distritos más pequeños.  

Algunas de las provincias que mayor crecimiento poblacional tuvieron en los últimos 38 años fueron Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, que ahora deberían ver modificada su representación en Diputados.