En una época se pedían inversiones. Las cuales no han llegado y es arduo que lo hagan. Ahora se ha reducido la ambición. La solución de la economía estaría en la propinas. Una propina se le da a alguien que presta un servicio mínimo. La propina se lleva bien con la generosidad escasa. Se le da propina al que ha hecho un trabajo mediano. La propina de los grandes se llama comisión y suele ser una coima, algo que cobra  el que prestó un servicio importante. La coima se llama “coimisión” y suele blanquear negocios abultados. La “coimisión” de una torre en Puerto Madero durante los días que corren ha de ser muy alta. 

La propina no. Suele ser mínima. Es un por una changa o un servicio de mesa. Además, ¿la clase media está como para dar propinas suculentas? Hay un natural amarretismo durante estos días, por lo cual nadie deberá esperar propinas abundantes. Mercado interno que remite a mercado interno. Todo muy de entre casa. Nada grande asoma por aquí.

Mundialísimas:

Pareciera una ley. Los arqueros suelen atajar penales, pero más es lo que se tiran para el otro lado donde son colocados. Resulta patética la figura del arquero que semeja huir espantado de la pelota.

El gol que se hizo el arquero Caballero es de los más insólitos que se hayan visto.

¿Sampaoli no debería ser una marca de tallarines? Sin embargo, es un entrenador obstinado que se aferra a un contrato de cinco años, suculento. Cinco años lo habilitarían para dirigir al equipo nacional en el próximo mundial, lo que sería pesadillesco, más que el que acaba de pasar. Disculpas de Sampaoli: se le ganó a Nigeria, el gol de Oro fue magnífico. Se le hicieron tres goles a Francia, posible campeón mundial. Se perdió el primer partido pero con Croacia, otro equipazo mundialista.

Continúan las propinas: Esto de las propinas vendría a funcionar como una especie de distribución del ingreso.  La generosidad de los que tienen más achica la brecha entre la desigualdad de los poderosos y los humildes. ¿Es achicable esta deuda?  Por más y mejores propinas que se den, el neoliberalismo no permitirá achicar una brecha que le es constitutiva. 

No hay distintas cualidades para la desigualdad. Es una sola. El neoliberalismo la establece. Es el sistema de la desigualdad. Sólo en él la desigualdad está establecida como principio. El principio del capital instaura la desigualdad como sistema. Que unos tengan más y otros menos es la esencia del sistema capitalista.  Por más que se quiera sacar planta de científico y establecer distintos tipo de desigualdad la desigualdad es una: es la que tiene el sistema como maquinaria primera. El neoliberalismo funciona en base a la desigualdad. Ahora se construyen muros. El Muro de Berlín era el símbolo del autoritarismo comunista. Pero el capitalismo de libre mercado multiplica los muros. Cada país se convierte en un país cerrado.

Mundialísimas:

Tres goles de diferencia es goleada.

El centro atrás es medio gol.

Muslera debe saber que el cuerpo del arquero va detrás de las manos.

Croacia le ganó bien a Inglaterra. Como sea, fue sorpresivo.

Croacia tiene un gran equipo y unas ganas tremendas de ganar la Copa. Se vale por sí mismo. No necesita propinas de nadie.

Volvemos a las propinas: Croacia no necesita propinas. Esto significa: es autónomo. No depende de nadie. Se sustenta a sí mismo. Tiene su correspondiente gran arquero (no como el fenómeno de Bélgica), que es lo que todo gran equipo tiene que tener, sus volantes ágiles y sus goleadores. Brasil era el elegido de todos, pero decepcionó. Neymar se quedó a medias. Como otros grandes que amainaron en este Mundial: Messi, Ronaldo, aunque ahora disfrute de un pase millonario. ¿Es la mismo la Juventus que el Real? Como sea, la Juve obtiene con Ronaldo una inversión poderosa. No una propina. El mundo del fútbol es un mundo de millones. Todo es abusivo. En el capitalismo importa más un jugador talentoso que la construcción de cien barrios populares. Total, a la hora del partido todos estamos prendidos al televisor.

La distribución de la renta le es ajena al neoliberalismo. Las diferencias entre países son escandalosas. Los migrantes que llegan a la centralidad de Occidente manifiestan esa desigualdad. No les permiten entrar. Lo cual revela el desajuste mundial. Ni la propina quieren darles. Eso quieren los que piden entrar en los países ricos. Una propina. Lo que sobre. Pero ni eso se está dispuesto a darles. A lo sumo que miren los goles del Mundial por Tevé. Ahora que salimos de la Copa volveremos a hablar del FMI. Cuyas propinas esclavizan países enteros, que las aceptan interesadamente, para los intereses de algunos, reñidos con los de todos. Propinas que matan.