Reunidos como colectivo, escritores, editores, periodistas y libreros se manifestarán este sábado en solidaridad con los despedidos de la agencia estatal de noticias. Entre las 12 y las 17 habrá una suelta de libros en la sede de la agencia en el centro porteño. Bajo la consigna “No al silenciamiento. Por la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información”, sus protagonistas denunciarán el despido del 40 por ciento del personal organismo público.

Mientras tanto, los convocantes divulgaron un documento que hasta el momento ha recogido más de 400 firmas, entre ellas las de Selva Almada, Julián López, Eduardo Grüner, Alan Pauls, Gabriela Cabezón Cámara, María Teresa Andruetto, Mariana Enríquez y Guillermo Saccomanno. Además de los libros ya comprometidos por diferente editoriales, quienes quieran aportar los suyos podrán hacerlo todos los días en Belgrano 347, entre las 10 y las 18.

El flyer de la convocatoria.

El documento completo es el que sigue:

Lxs trabajadorxs del campo literario manifestamos nuestro repudio a las medidas adoptadas por el gobierno nacional en relación a la Agencia Nacional de Noticias Télam y exigimos la inmediata reincorporación de los 357 trabajadorxs despedidxs.

Consideramos que atacar en forma directa, sin causa alguna y masivamente los puestos de trabajo de compañerxs periodistas, en el marco de un proceso de concentración de medios, no sólo afecta la libre circulación de la palabra sino que esta decisión arbitraria encubre, además, la voluntad de disciplinamiento al conjunto de lxs trabajadorxs. Al mismo tiempo se demuestra que sólo por medio de un ajuste brutal, que tiende a dejar más trabajadorxs en la calle, so viables este modelo económico y sus compromisos contraídos con el FMI.

Si la cultura es arena donde se disputan los sentidos de una sociedad, queda claro que implementar políticas públicas tendientes a su desprotección y desfinanciamiento de las instituciones y proyectos culturales y educativos, en pos de la desregulación del mercado, conspira contra la pluralidad de voces, el acceso equitativo a las distintas expresiones culturales y a la participación de todxs lxs habitantes de este país.

Los despidos en Télam, en Radio del Plata, la crisis de la industria editorial, el cierre de centros de formación docente, el ataque a las bibliotecas populares y centros culturales, el vaciamiento del Conicet y la criminalización de lxs artistas callejerxs dan cuenta de una estrategia destinada a silenciar voces disidentes con el propósito de imponer una mirada única sobre la realidad nacional.

Como trabajadorxs de la palabra hacemos público nuestro rechazo  al avasallamiento que impone este gobierno, restringiendo el derecho a la información y acceso a los bienes culturales, acorralándonos en la precarización de nuestras prácticas profesionales.