La industria manufacturera y la construcción, aunque registraron los mayores impactos, no fueron los únicos sectores que perdieron protagonismo en la economía el último año. El informe “El nuevo fracaso de la teoría del derrame. Un análisis de las ramas ganadoras y perdedoras de la etapa 2015-2016” del CEPA ofrece un detalle del resto de las actividades que cedieron participación en el mercado interno en 2016 respecto del año anterior. Transporte y comunicaciones pasó de representar el 6,8 por ciento del valor agregado bruto en 2015 al 6,7 por ciento en 2016, baja de 0,1 puntos porcentuales. En hoteles y restaurantes, la evolución fue de 2,6 a 2,5 por ciento, una contracción de 0,1 puntos porcentuales; en actividades inmobiliarias, de 11,4 a 11,2 (-0,2 punto porcentual), y en comercio minorista, de 14,6 a 14,2 (-0,4). Estos sectores registraron un fuerte impacto por el retroceso de del consumo en  los últimos meses.

Los hoteles y restaurantes, por caso, son una de las actividades que suelen anotar las mayores dificultades para mantener el volumen de negocios cuando el mercado interno ingresa en una fase recesiva del ciclo económico. Sectores de ingresos fijos (asalariados y jubilados, principalmente) recortan gastos en turismo y gastronomía fuera del hogar, con el objetivo de mantener el nivel de consumo en los productos de la canasta básica. No obstante, ante distorsiones de precios agudas, como la del 2016, cuando se registró la inflación más elevada para los últimos 25 años, también se potencian los problemas para sostener las ventas de productos de consumo masivo. Esto explica la baja en el comercio minorista y, en particular, en el consumo de algunos productos claves como la carne y la leche a lo largo del año pasado.

 Un documento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) cuantificó la caída de la demanda minorista, al registrar un retroceso de las cantidades consumidas del 7 por ciento en 2016 en relación con el 2015. El informe destacó las bajas del 2,6 por ciento en alimentos y bebidas, del 7,8 por ciento en indumentaria, del 6,1 en calzado y del 5,5 en juguetería. Otro rubro con importante contracción fue el de electrodomésticos y electrónicos, con un retroceso del 14,1 por ciento interanual.