En el seno del Frente Progresista miran de reojo y con un atisbo de desconfianza la negociación entre la Casa Rosada y el gobierno provincial para aplicar en Santa Fe un ajuste fiscal de 8300 millones de pesos en 2019, número que estimó el macrismo.  “Le piden al Estado santafesino que se retire de sus obligaciones básicas”, pegó el radical Jorge Henn. “No han hecho nada en la provincia de todo lo comprometido, nada, Santa Fe tiene cuentas equilibradas y no necesita tanto ajuste”, bramó el senador socialista Miguel Cappiello. En tanto, el diputado del PS Joaquín Blanco pidió “sentarse a negociar” y poner sobre la mesa la deuda coparticipable que la Nación todavía no le entregó a la provincia.

El ministro de Gobierno Pablo Farías confirmó la semana pasada que Hacienda nacional le pidió al titular de Economía santafesina Gonzalo Saglione un ajuste fiscal superior a los 8 millones de pesos a cumplir durante el 2019. El recorte, además, fue pedido en áreas muy sensibles, como salud, educación, obra pública y subsidios al transporte. Continuarán las reuniones y “se seguirá trabajando”, tal como se limitó a declarar el funcionario político del Frente Progresista. Pero en el seno de la coalición progresista comienza a generarse un ruido sobre este tema. Cappiello, por caso, consideró que el gobernador Miguel Lifschitz “va a enviar a la Legislatura (la consulta por el ajuste) y la Legislatura va a tomar sus propias decisiones”.

El ex vicegobernador, en tanto, entiende que “nuevamente” el gobierno nacional “empuja a las provincias y las condiciona para que realice ajustes que se traducen en recortes sobre todos los sectores, y especialmente sobre los más vulnerables”. El radical frentista afirmó que para la Casa Rosada “la provincia no es importante”. En diálogo con Rosario/12, afirmó que no va a avalar un ajuste de ningún tipo y tenor. “Nos recomiendan que el ajuste que ellos acordaron con el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo paguen los sectores más humildes y las obras que tanta falta le hacen a la provincia. En Santa Fe hay un Estado presente y un gobierno que se preocupa y se ocupa del trabajo, la justicia, la salud y la educación. En ese camino estamos y no pensamos claudicar”, cerró.

Cappiello, en llamas, liquidó a la gestión de Cambiemos porque “no ha dado respuestas a los reclamos de la provincia”. En esa línea, le aconsejó al presidente Mauricio Macri que “seguir engañando a la gente no es lo correcto”. “Hay que ajustar en los que se llevan la plata al extranjero y no la usan en Argentina”, agregó el ex concejal rosarino. El senador por el Departamento Rosario confía que Lifschitz enviará el proyecto final de ajuste fiscal a la Legislatura para su aprobación final. “Yo no voy a aceptar ajuste en salud y en educación, avisó por las dudas el socialista.

Blanco, por su parte, reclamó “mayor tolerancia” de Nación para con quienes piensan “diferente” en términos políticos. “No todos pensamos lo mismo y ese es el juego de la democracia, nosotros somos una oposición institucional, respetuosa”, manifestó. El diputado dijo que el progresismo, dentro del “proceso muy complejo” que atraviesa el país, no adhiere “a las recetas ortodoxas” que emplea Cambiemos. A la vez, y en el marco de las charlas entre los dos Estados, Blanco pidió “sentarse con las provincias a dialogar y no imponer”. En ese sentido, explicó: “Santa Fe se va a poner con fortaleza porque apalancamos positivamente la provincia y somos una provincia acreedora del Estado nacional, que nos debe plata a todos los santafesinos. Por eso hay que negociar poniendo todas las cartas sobre la mesa, ¿cómo se interpretan esos 8 mil millones en el marco de la deuda que tiene Nación con Santa Fe, son negociaciones en paralelo, es la misma, forma parte de un mismo paquete? Vamos a escuchar y haremos una devolución, pero creemos en un Estado presente en el que en los sectores sociales no puede haber recortes”.