Al menos 21 muertos y centenares de lesionados es el saldo provisorio de los feroces incendios que azotan el norte de California. El presidente Donald Trump aprobó el martes la declaración de desastre para el estado, un día después de que el gobernador Jerry Brown declarara el estado de emergencia en ocho condados y anunciara la evacuación de miles de personas por el avance de varios incendios que desde el fin de semana arrasaron alrededor de 50.000 hectáreas y destruyeron unas 3500 estructuras. Más de 20.000 personas fueron evacuadas ante la emergencia, de acuerdo con el Departamento de Forestación y Protección de Incendios de California (CalFire). Once personas murieron en Sonoma por el incendio más grande (Tubbs, que arrasó con casi 14.000 hectáreas y amenaza 16.000 estructuras), de acuerdo con el sheriff de este condado. Las condiciones climáticas secas, aunado a lo inaccesible del terreno afectado, exacerbaron la severidad del fuego. El gobernador Brown declaró el estado de emergencia para San Francisco, a unos 320 kilómetros al oeste, ya que la ciudad de la costa del Pacífico recibe gran parte de su electricidad de la región afectada por el fuego. La empresa que surte agua y electricidad a San Francisco indicó que la ciudad no ha sufrido por los momentos interrupciones de los servicios, pese a que dos plantas hidroeléctricas han sufrido daños por el incendio. Este fin de semana, la Nasa reveló unas impactantes imágenes, tomadas desde el espacio, del humo producido por la enorme conflagración.