La primera ministra británica, Theresa May, se reunió ayer con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una reunión informal en la que hablaron sobre el Brexit. Macron recibió a la ministra en la casa estatal de veraneo de Brégançon, para discutir sobre las negociaciones que por el momento están estancadas pese al acercamiento de la fecha de divorcio para el 29 de marzo de 2019.

La cita diplomática se enmarca en una serie de viajes que la líder conservadora y algunos de sus ministros efectuarán este verano a varios países europeos para impulsar su postura. El encuentro duró más de dos horas donde primero celebraron una reunión de trabajo seguido de una cena privada con sus respectivas parejas. 

La primera ministra británica persiste en el intento de conseguir apoyo del francés para lograr una “exitosa” salida del Reino Unido de la Unión Europea, debido a que para May, Francia es uno de los principales obstáculos en la flexibilización de la posición de la UE en las negociaciones, a pesar de que Francia lo negó. Del encuentro no trascendieron declaraciones oficiales. “París no tiene intención de sustituir el proceso dirigido por Michel Barnier’’, señaló el Elíseo en referencia al negociador europeo para el Brexit. 

“Estamos ya de acuerdo sobre el 80% del pacto de retirada. Pero aún debemos alcanzar un acuerdo sobre temas importantes’’ afirmó por su parte Barnier el jueves en el diario Le Figaro. Dentro de los mencionados por Barnier como temas pendientes está la problemática la frontera entre Irlanda del Norte, que saldría de la UE con el Brexit, e Irlanda. Además el plan contempla la creación de un mercado común de bienes y productos agrícolas, lo que conllevaría que la aduana británica recaudara impuestos en nombre de los 27 países, algo que Bruselas afirmó que es impracticable. 

La semana pasada los nuevos ministros de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, y del Brexit, Dominic Raab, estuvieron en París y se reunieron con funcionarios franceses para discutir el mencionado pacto. Durante su visita, Hunt expresó su preocupación sobre el “riesgo real” de un Brexit sin acuerdo.  Además advirtió que esa posibilidad sería “un error estratégico” y reclamó una asociación estrecha con Europa tras la salida del bloque, para que su país permanezca integrado en la economía europea.  “Reconocemos que hay que hacer concesiones, porque pensamos que el futuro de Gran Bretaña será mejor si sigue integrada en la economía europea. Es imposible separar lo económico, lo político y lo militar. Todo esto funciona conjuntamente y una fisura económica con el Reino Unido dificultará la cooperación en otros ámbitos” advirtió Hunt. Por su parte, el gabinete de Natalie Loiseau, la titular francesa de Asuntos Aduaneros, subrayó la importancia de finalizar cuanto antes el acuerdo de retirada y le expresó su intención de que la futura asociación sea “privilegiada” pero que respete la integridad del mercado único y las condiciones de una competencia leal entre las empresas británicas y las de los 27. El Brexit también aborda otros asuntos pendientes entre París y Londres, como el tema migratorio, que dominó la última cumbre francobritánica de enero en la localidad inglesa de Sandhurst.