En la previa de las negociaciones que se abrirán entre el régimen sirio de Bashar Al Assad y la oposición a fines de mes en la capital de Kazajistán, el presidente sirio se mostró dispuesto a  "negociar sobre todo", pero advirtió que si los opositores "quieren negociar sobre ese punto, debe hablar de la Constitución y ésta no pertenece ni al presidente, ni al gobierno ni a la oposición sino al pueblo sirio, así que se necesita un referéndum". De esta forma, Al Assad se mantiene firme en no dar un paso al costado, como la oposición pretende desde 2011, pero abrió un nuevo canal de debate. 

El rol de la Rusia, que respalda al gobierno sirio, será determinante en las próximas negociaciones. La negociadora opositora Basma Kodmani aseguró que "los rusos, esta vez, están decididos, quieren salir del conflicto", ya que "llevaron la opción militar tan lejos como les interesaba". "Ahora quieren una solución política y que esta reunión de Astana sea creíble", sostuvo.

En tanto, el presidente sirio Bashar al Assad descartó una tregua en la región de Wadi Barada, que suministra agua a Damasco. Tras haber retomado la totalidad de Alepo, las tropas del régimen y de su aliado el Hezbolá chiita libanés llevan a cabo una ofensiva para expulsar a los rebeldes de la ciudad ubicada a 15 kilómetros de la capital siria.  "La misión del ejército sirio es liberar este sector para impedir que los terroristas utilicen el (arma del) agua para asfixiar a la capital", afirmó Al Assad.

Estos combates ponen en peligro el alto el fuego impulsado por Rusia y Turquía, en vigor desde el 30 de diciembre, como preludio a las negociaciones de paz previstas a finales de enero en Astana.  Según Al Assad, el alto el fuego es "violado cada día" porque los yihadistas permanecen en Wadi Barada "privando de agua a más de cinco millones de civiles" desde hace más de dos semanas. Y sentenció: "El alto el fuego no incluye ni al Estado Islámico (EI), ni al Frente Al Nosra",  rebautizado Fateh al Sham tras haberse distanciado de la red yihadista Al Qaida. 

La guerra civil siria está cerca de cumplir seis años y ya ha dejado más de 310.000 muertos y 4 millones de refugiados. El conflicto se tornó extremadamente complejo con una multitud de actores internacionales y regionales, grupos rebeldes y yihadistas, la intervención militar de la coalición dirigida por Estados Unidos y del Ejército ruso.