Mañana comienza el cuarto juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos contra más de 800 personas en la ex Escuela de Mecánica de la Armada. Los acusados son diez represores de la Marina, la Policía Federal y el Batallón 601 del Ejército, algunos identificados tras el análisis de los archivos secretos de la Armada que el Ministerio de Defensa encontró, revisó y estudió en 2011, y aportó al expediente. 

Este cuarto tramo es el más amplio en cuanto a cantidad de víctimas. Los represores del grupo de tareas 3.3.2 serán juzgados por secuestros, torturas, homicidios y robo de bebés en contra de 816 personas entre 1976 y 1979. La mitad de ellos goza del beneficio de la prisión domiciliaria. 

El nuevo debate comenzará a las 14 en los tribunales de Comodoro Py y estará a cargo del Tribunal Oral Federal número 5, el mismo que dirigió el último juicio por los hechos sucedidos en la ex Esma y que culminó con condenas a algunos de los responsables de los vuelos de la muerte. No obstante, solo dos de les jueces que dirigieron aquel proceso estarán al frente en esta ocasión, Daniel Obligado y Adriana Palliotti. Leopoldo Bruglia fue reemplazado por Gabriela López Iñíguez. Javier Ríos se desempeñará como cuarto juez. 

Ese tercer debate oral sobre los crímenes de la ex Esma duró cinco años y culminó en noviembre pasado. Que su extensión en el tiempo haya superado ampliamente lo planificado es la razón que obligó al tribunal a posponer en dos oportunidades el inicio del juicio de mañana. Entonces, los acusados eran más de 60. En esta ocasión, son solo una decena. 

Ocho de esos diez integraron la fuerza comandada por Emilio Massera: Carlos Castellví, Horacio Ferrari, Jorge Ocaranza, Néstor Tauro, Ramón Zanabria, Carlos Carrillo y José Iturri. Los tres primeros eran oficiales y los cuatro restantes cabos que transitaban la carrera militar durante los años de terror. La participación de varios pudo ser detectada tras el análisis de los archivos secretos de la Armada que el Ministerio de Defensa encontró y aportó a la causa en 2011. 

Allí radica, para la querella representada por el centro de Estudios Legales y Sociales, uno de los puntos sobresalientes del nuevo juicio. “Es importante porque una cosa es decir que las políticas públicas en materia de memoria, verdad y justicia son importantes y tienen que seguir y otra cosa es ver los avances que esas políticas públicas pueden provocar en un expediente judicial”, apuntó la abogada del organismo Luz Palmas Zaldúa. La vinculación de Tauro, Ocaranza, e Iturri con la patota de la ex Esma pudo reconstruirse gracias a un expediente en los archivos aportados por Defensa. “Esma es uno de los centros clandestinos que tiene mayor nivel de reconstrucción” en torno de su función en el terrorismo de Estado, remarcó Palmas Zaldúa, “y aún así falta información para conocer más, para determinar nuevas responsabilidades penales, reconstruir circuitos de represión. En este caso, esa información apareció gracias al trabajo de expertos destinados a esa tarea por una política pública”, agregó. 

Completan la nómina de acusados Claudio Vallejos, ex integrante del Batallón de Infantería de Marina N° 3, implicado en el secuestro del entonces embajador argentino en Venezuela Enrique Hidalgo Solá; el ex agente del Batallón 601 Miguel Conde y el ex agente de la Policía Federal Raúl Cabral. 

En la audiencia preliminar del viernes pasado, Obligado pronosticó un debate más reducido y auguró una sentencia antes de fin de año. En primer lugar porque se esperan los testimonios de solo 90 personas, ya que la inmensa mayoría de los testigos y los sobrevivientes ya declararon en el juicio pasado por lo cual sus testimonios serán incorporados vía audiovisual. Además, porque son solo diez acusados. No obstante, el cronograma de audiencias comenzará lento. Desde mañana y durante algunas semanas se llevará a cabo solo los lunes por la tarde. La promesa hacia las querellas fue la de incorporar las mañanas y, tal vez, algunos otros días de audiencia cuando culmine otro juicio oral en el que está participando Palliotti. “Esperamos que no haya ninguna habilitación a las defensas que tratan de demorar y interrumpir”, evaluaron desde el CELS.