Pacho O’Donnell (Buenos Aires, 28 de octubre de 1941), escritor, médico especializado en psiquiatría y psicoanálisis, político e historiador, ahora incorpora una nueva faceta: la de artista plástico. En Un placer secreto, muestra curada por Rodrigo Alonso, exhibirá unos cincuenta platos en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525), del jueves 30 de agosto al 23 de septiembre. “¿De dónde nace mi relación con el plato, con el plato como soporte artístico?  A raíz de esta pregunta que me suelen hacer recordé que en mis tiempos de hippie, hace muchos años, en Barcelona, vi uno de esos platos baratos turísticos con la figura del Quijote de Picasso. Lo compré y lo guardé en la mochila y lo tuve durante un largo viaje accidentado. Por supuesto después se rompió cuando volví a Buenos Aires”, recuerda O’Donnell. “Cuando pude, fui a Vallauris, un pueblo ceramista de Francia, donde Picasso se instaló después de 1946 y llegó a hacer unas 4000 cerámicas. Me interesaba mucho ver ese trabajo con cerámica de Picasso. Y fui siguiendo la ruta de los platos. Yo fui muy amigo de Carlos Páez Vilaró, que inclusive trabajó con Picasso. No tengo nada que ver con lo que hacía Picasso ni Páez Vilaró, no me puedo comparar –aclara–, pero me convencieron de que el plato tiene una legitimidad como soporte artístico. Trabajar con el plato es una forma de estar conmigo mismo, es una actividad muy solitaria, y fue tomando más valor a medida que tuve más tiempo y fui disminuyendo mi relación con el exterior, que sigue siendo muy intensa, pero no es tan vertiginosa como en otros tiempos”.