El ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires se apersonó en la escuela 49 de Moreno quince días después de la tragedia que se cobró dos vidas. Gabriel Sánchez Zinny llegó sin previo aviso hoy y no fue recibido de buena manera. Fue el primer cara a cara del funcionario con la comunidad educativa de Moreno desde que se produjo la explosión por fuga de gas.

“Ustedes no saben lo que sufrimos”, “Sinvergüenza”, “Tendrían que haber estado acá el primer día”, fueron algunas de las frases que escuchó el funcionario, a quien le pidieron que se haga responsable por la situación. “Se tienen que hacer cargo, hace casi tres años que están”, le dijeron, al tiempo que también le pidieron el fin de la intervención del Consejo Escolar de Moreno. Incluso, una abuela le dijo que su nieto no quiere volver, porque está dolido por la muerte de la vicedirectora. "No hay respuesta", atinó a responder el funcionario.

La tragedia de la escuela 49 se produjo el 2 de agosto cuando una explosión por pérdida de gas causó las muertes del auxiliar Rubén Rodríguez y la vicedirectora Sandra Calamano. Por el hecho cayó el interventor del Consejo Escolar, puesto por el gobierno de María Eugenia Vidal, y los docentes del distrito no dan clases en las escuelas a la espera de mejoras en infraestructura. El gasista responsable de la inspección está detenido. 

Sánchez Zinny apeló a la herencia recibida del gobierno de Daniel Scioli como explicación por lo ocurrido. “Necesitamos que se hagan cargo, Gabriel. Hay dos muertos acá, no estamos hablando de algo liviano”, fue la respuesta que recibió. De hecho, la propia gobernadora se llamó a silencio sobre la tragedia, que desnudó la falta de mantenimiento en las escuelas bonaerenses. Al día siguiente, en un acto de Vidal y Macri, el Presidente aludió al "problemita del escape de gas" de una vecina de Lanús sentada junto a la gobernadora y tampoco dijo ni una palabra del tema. En los últimos días se sumaron hechos como la docente que recibió una descarga eléctrica en Villa Luzuriaga y, hoy mismo, el escape de gas por rotura de un caño en un establecimiento de Villa Fiorito.

El ministro apenas atisbó a contestar con respuestas breves y partió en forma rápida del lugar. “No ignores a la gente, porque si la ignorás va a ser peor, ¿sabés cuántos chicos pudieron haber muerto acá?”, fue lo último que escuchó al subirse en el auto que lo había llevado hasta Moreno.