Uno de los ocho detenidos por el crimen de Cristopher Rego, asesinado el domingo pasado por haber eludido un control de Prefectura en Nueva Pompeya, confesó haber disparado contra la camioneta que manejaba el joven de 26 años al momento de su muerte. La jueza tendrá diez días para dictar procesamiento y, según fuentes de la investigación, “la detención preventiva será inevitable por la calificación del delito: además del uso de armas por parte de las fuerzas de seguridad, lo ocurrido fue muy grave porque también lo intentaron ocultar”. 

De acuerdo al relato de la fuente, durante la indagatoria del jueves, el ahora ex oficial Pablo Britez reconoció la autoría de los disparos y contó lo sucedido. Britez y un grupo de prefectos estaban realizando controles por venta de drogas en la zona cuando intentaron parar a la camioneta Peugeot Partner blanca que conducía Rego. Como no se detuvo, Britez lo corrió y le apuntó de frente con su arma para que frenara el vehículo. Cuando el joven lo esquivó e intentó escapar, Britez –en claro abuso de su autoridad– disparó dos veces contra la camioneta. Según fuentes de la investigación, la primera bala impactó en la puerta derecha y la segunda en la puerta trasera, a la altura del hombro del conductor.

Al llegar al lugar, uniformados de la Policía de la Ciudad encontraron la camioneta y notaron que el cuerpo y el vehículo tenían dos disparos de arma de fuego. Sin embargo, no encontraron las vainas porque previamente habían sido levantadas por los prefectos, según registraron videos aprtados por testigos del hecho. En las imágenes se ve que los uniformados se acercan, recolectan las vainas y se fugan. 

Britez quedó imputado por “homicidio agravado”, por ser miembro de una fuerza de seguridad, mientras que los otros prefectos fueron acusados por encubrimiento agravado, abandono de persona seguida de muerte e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

“Es un caso de gatillo fácil, Prefectura lo mató a sangre fría”, aseguró a los medios Jorge, padre del joven asesinado. Según relataron sus familiares, el domingo Cristopher volvía de dejar a un amigo en su casa, cuando se topó con el control. “Como se había olvidado los papeles de la camioneta recién comprada en la casa, se asusta y se escapa”, afirmó Jorge al explicar por qué su hijo evitó a los uniformados.

Informe: Azul Tejada.