Un equipo de científicos observó directamente “evidencias definitivas” de la existencia de agua helada en la superficie de la Luna en las zonas “más oscuras y frías de sus regiones polares”, informó la NASA. La mayor parte del hielo recién descubierto se ubica a la sombra de cráteres, donde las temperaturas más altas nunca superan los -156 grados centígrados, debido a que la pequeña inclinación del eje de la Luna hace que la luz solar nunca llegue a esas regiones. Dichos depósitos están distribuidos de forma irregular y “podrían posiblemente ser antiguos”, según las observaciones. La NASA recuerda que observaciones indirectas hechas anteriormente detectaron posibles signos de agua en la superficie el polo sur de la Luna, pero esos datos también podían explicarlos otros fenómenos, como un suelo lunar que fuera “inusualmente reflectante”.