Donald Trump perdió ayer a un enemigo implacable y poderoso, el senador republicano John McCain, fallecido a los 81 años después de meses de tratamiento contra un glioblastoma, un cáncer cerebral. McCain fue piloto naval y, derribado sobre Hanoi durante la guerra de Vietnam, estuvo prisionero durante cinco años y medio, en condiciones extremadamente duras porque su padre era el almirante de la flota del Pacífico de EE.UU. Por sus heridas y los maltratos, nunca pudo recuperar la movilidad de sus brazos. De vuelta en Arizona, fue electo dos veces diputado y seis senador, y fue candidato a presidente en 2008, perdiendo con Barack Obama. En la campaña de 2016 fue muy crítico de Trump, que lo insultó diciendo que era “un perdedor” que al final había sido un prisionero. McCain sistemáticamente frenó al ahora presidente y su voto en contra fue crucial para que el gobierno no pudiera derogar el sistema de salud, llamado Obamacare. Sólo hace algunas semanas el cáncer lo debilitó como para no poder ocupar su banca.