2 Central: Ledesma (6); Bettini (6), Caruzzo (5), Cabezas (5), Parot (7); Carrizo (5), Ortigoza (7), Gil (6), Camacho (6); Ruben (5), Zampedri (6). DT: Edgardo Bauza.

0 San Martín (T): Arce (5); Albín (4), Acevedo (5), Cahais (5), Martínez (4); Purita (4), Altuna (5), Matías García (5), Costa (4), Espíndola (5); Bieler (6). DT: Rubén Forestello.

Goles: PT 31m Camacho (C), ST 34m Zampedri (C).

Cambios: ST Desde el inicio Rodríguez (5) por Costa (SM), 22m Giménez por Albín (SM), 29m Lioi por Carrizo (C), 30m Figueroa por Espíndola, 37m Herrera por Ruben (C), 39m Lovera por Camacho.

Árbitro: Ariel Penel.

Cancha: Gigante de Arroyito.

 

Nueve de nueve puntos, cuatro goles a favor, ninguno en contra y rienda suelta a la algarabía de los hinchas. El Central de Bauza es un equipo para respetar, ayer doblegó 2 a 0 a San Martín de Tucumán, en un juego que le resultó esquivo al inicio, pero resolvió con carácter y eficacia.

Solo por momentos, San Martín de Tucumán fue ese equipo mezquino y ultra defensivo que se creyó de antemano. Por ese motivo, Central pasó varios sobresaltos en la primera etapa. Inconexo y partido en la mitad de la cancha, el canaya se sintió incómodo gran parte del juego. Los tucumanos jugaban solo con un delantero de referencia, Bieler, pero a la hora de atacar despegaban varios volantes y desarmaban la última línea auriazul.

Por primera vez en la Superliga, Central evidenciaba fallas desde lo táctico. Con muy poco, pero un planteo muy inteligente, San Martín lo complicaba más de lo esperado. Cahais cabeceó al travesaño en una pelota parada que Caruzzo y compañía no supieron contrarrestar. Las sociedades que se erigieron en el inicio del juego se agotaron a la brevedad. Se repetían los pelotazos y así, casi sin merecerlo, encontró el gol. San Martín rechazó desprolijo y Camacho, a la carrera, le pegó de primera para clavarla abajo a la izquierda de Arce.

 

Sebastián Granata
Zampedri señala al vacío después de concretar el segundo gol. Antes había estrellado una en el palo.

 

Es un mérito no menor convertir con facilidad y cuando las papas queman. De la nada hizo un gol el canaya. En la acción siguiente al gol, Zampedri estampó un cabezazo certero en el palo. Central tiene voracidad en ataque y le alcanzó un cuarto de hora para demostrarlo. Primero hizo el gol y luego lo justificó. En el medio, Ledesma tuvo una salvada providencial tras un remate de Espíndola.

El segundo tiempo, en cambio, sí tuvo mucho más que ver con lo que se esperaba. Central se plantó e impuso sus condiciones. Saludablemente, la pelota comenzó pasar más tiempo en los pies de Gil y Ortigoza. De esa manera, se distribuyó ordenada y precisa. El equipo creció en confianza, ganó en madurez y manejó mucho mejor los tiempos. Al apoderarse del balón, ganó en todos los sectores. Hasta en el defensivo, que ya no padecía los sofocones del primer tiempo. Lo sometió a San Martín, que tenía enormes dificultades para superar la mitad de la cancha.

Y Central, para no sufrir de modo innecesario, aceleró para encontrar el segundo. Parot, de gran partido, llegó hasta al fondo para que Zampedri abra el pie y defina con calidad. Con mucha solvencia, lo liquidó el canaya, que sigue arriba e ilusiona a sus hinchas.