El papa Francisco recomendó a los padres que noten tendencias homosexuales en sus hijos que los sometan a tratamiento psiquiátrico, y, además, señaló que es un defecto de la paternidad o la maternidad ignorar esas tendencias.

Las afirmaciones que cosecharon críticas a granel las efectuó durante una conferencia de prensa en el avión que lo trasladaba de regreso de Irlanda a Roma, donde el primer ministro irlandés, abiertamente gay, Leo Varadkar, le hizo un fuerte reclamo por los abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica. Horas después, el Vaticano corrigió al pontífice y retiró de la versión oficial la mención a la psiquiatría. De todos modos, los dichos provocaron repudios por parte de representantes de la diversidad sexual. Analía Mas, Secretaria de Género y Laicismo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt) dijo a PáginaI12 que la declaración papal “viola la Ley de Salud Mental y la ley de Identidad de Género, y va en contra de las políticas de derechos humanos a nivel internacional, además de estigmatizar y producir dolor. Pero no sorprende porque el papa es Bergoglio, el que hablaba de la guerra de Dios cuando se oponía al matrimonio igualitario”.

El domingo durante el vuelo, en la ronda de prensa que realiza habitualmente en las visitas oficiales, un periodista le preguntó al papa qué le diría a los padres que detecten orientaciones homosexuales en su hijo. Francisco se explayó: “les diría, en primer lugar, que recen, que no condenen, que dialoguen, entiendan, que den espacio al hijo o a la hija”. “Cuando eso se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer por medio de la psiquiatría, para ver cómo son las cosas. Otra cosa es cuando eso se manifiesta después de los 20 años”, y remarcó que “nunca diré que el silencio es un remedio. Ignorar a su hijo o hija con tendencias homosexuales es un defecto de paternidad o de maternidad”.

Ayer, el Vaticano rectificó los dichos papales “para no alterar el pensamiento del Papa”, según aclaró su portavoz. “Cuando el Papa se refiere a ‘psiquiatría’ está claro que quería dar un ejemplo sobre las diferentes opciones de lo que hay que hacer”, explicó la española Paloma García Ovejero, quien precisó que Francisco “no quería decir que se tratara de una enfermedad psiquiátrica”. 

Para Mas, las declaraciones no sorprenden, y recordó que “un año atrás, también en un avión, el papa sostuvo ‘quién soy yo para juzgarlos’ refiriéndose al colectivo LGBT, y a nosotros nos ofendió mucho pese a que muchos lo tomaron como una apertura. Estaba dicho como desde la tolerancia, como ‘no me gustan pero los tolero’. Ahora dice esta barbaridad y viola todas las leyes vigentes, desde la ley Antidiscriminatoria, la de Identidad de Género, la de Salud Mental, que dice que no se puede efectuar un diagnóstico basado en la orientación sexual, y los tratados internacionales que hablan de igualdad y no discriminación sexual”. 

En el mismo sentido, Greta Pena, integrante de 100% Diversidad y Derechos, remarcó que “va contra la ley de Identidad de Género cuyo eje es la despatologización. Bajo una falsa idea de piedad o misericordia, condena las identidades no normativas. Esta autorización del poder psiquiátrico sobre nuestros cuerpos e identidades trae violencia, dolor y muerte”.

En tanto el Subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual de Santa Fe, Esteban Paulón dijo que los dichos del papa atrasan 30 años y que “pensar que la homosexualidad es algo que debe ser “tratado” por psiquiatras contraviene el consenso científico internacional en el marco de la Organización Mundial de la Salud que desde el 17 de mayo de 1990 quitó a la homosexualidad del listado de enfermedades o desórdenes mentales”.