El dólar cerró ayer a 31,57 pesos, con un incremento de 8 centavos. La divisa subió a pesar de que el Banco Central intervino en la plaza cambiaria vendiendo 210 millones de dólares. La autoridad monetaria ofreció moneda extranjera en dos subastas a lo largo de la jornada para evitar que la cotización del mayorista superara los 31 pesos. Finalmente la cotización en ese segmento de mercado donde operan bancos y grandes inversores finalizó en 30,97 pesos, con una suba de 7 centavos. La tensión cambiaria se observó también en Turquía pero hubo apreciación en Brasil y en México. El aumento permanente del dólar en la Argentina no se explica por un efecto de emergentes. La devaluación de los últimos meses se debe al desequilibrio de las cuentas externas, en donde se destacan las pérdidas record de dólares del déficit comercial y la fuga de capitales.

El Central no había intervenido la semana pasada de forma directa en la plaza cambiaria a través de subastas pero había vendido futuros para moderar la presión sobre el tipo de cambio. Al inicio de esta semana, con una demanda que siguió en aumento y expectativas de devaluación aceleradas, la entidad a cargo de Luis Caputo entregó 210 millones de dólares de las reservas para contener el avance de la moneda. El crecimiento de la demanda se reflejó en un volumen operado que creció a 674 millones de dólares. Los consultores de la city no terminan de entender la estrategia de la autoridad monetaria. Consideran un error seguir sacrificando divisas para frenar algo que parece imposible.

Los números que muestran los economistas del mercado dejan clara la tendencia. El Central a partir de abril intentó sin éxito que el tipo de cambio no superara los 20 pesos. El resultado fue que se perdieron 20 mil millones de dólares de reservas y la cotización igual superó los 31 pesos. El uso de nuevos dólares de la entidad para evitar que siga subiendo sería no haber aprendido la lección de la última corrida cambiaria y dejaría muy expuesto al Central. Las reservas de la entidad eran en los últimos días de abril 58 millones de dólares, mientras que ahora suman 55 mil millones. El principal problema es que en el medio entraron 15 mil millones de dólares del préstamo del FMI pero las reservas están por debajo del momento en que inició la corrida. Solo en agosto se perdieron casi 3 mil millones. Ayer hubo una nueva caída de 186 millones, por lo que quedaron en 55.154 millones.

Las dos subastas de ayer del Central se hicieron a las 11 de la mañana y algo después del mediodía. En cada oferta se subastaron 300 millones de dólares (600 millones entre las dos), pero la adjudicación final de divisas fue de 100 millones en la primera oportunidad y 110 en la segunda, para totalizar 210 millones. Estas ventas no fueron efectivas para contener la expectativa de devaluación. Esto se observó en los contratos de dólar futuro. Se negoció un volumen equivalente a 821 millones de dólares, en donde el 40 por ciento se pactó para agosto y septiembre. Los precios fueron 31,01 pesos para los contratos de dólar mayorista a finales de este mes y de 31,93 pesos para el próximo. Para diciembre de este año se pactaron contratos a 34,45 pesos, mientras que en julio de 2019 se registró una cotización de 40,50 pesos. Estos números adelantan que este año la divisa terminaría subiendo casi un 100 por ciento. 

El equipo económico se encuentra en una encrucijada. El peso tiene una dinámica distinta respecto a la que están mostrando las monedas de la región. Por caso, la depreciación de ayer –a pesar de la intervención del Central– fue a contramano de lo que ocurrió en México, donde la moneda se apreció 0,6 por ciento, y en Brasil, donde el real anotó una apreciación de 0,5 por ciento. La devaluación argentina no es consistente con el freno de la inflación ni con la posibilidad de recuperar la actividad en el mercado interno. Pero si el dólar no sube la percepción de los acreedores externos sobre la posibilidad de repago de la deuda empeora. El objetivo oficial por ahora parece concentrarse en resolver esto último. El Central estaría avanzando en un nuevo combo de medidas para intentar disminuir el riesgo país. Se contemplaría conseguir cerca de 15 mil millones de dólares de bancos centrales y entidades financieras para erradicar las dudas sobre un default en 2019.