Setenta y dos horas después de obtener el alta médica, Milagro Sala debió ser internada de urgencia ayer por la tarde luego de descompensarse durante una audiencia del juicio de la causa denominada “Pibes Villeros”. El médico del Poder Judicial que la atendió ordenó su internación en la clínica Los Lapachos, donde la defensa de la líder de la Túpac Amaru había pedido que fuera llevada la semana pasada, pero el Tribunal Criminal 3 jujeño rechazó esa directiva y ordenó su traslado al Hospital provincial Pablo Soria, el mismo al que la derivó el viernes el juez Pablo Pullen Llermanos. Ambas decisiones incumplen el último fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordena “la obtención del consentimiento” de la dirigente o sus representantes en cuestiones vinculadas con su atención médica y psicológica.

La dirigente social y diputada del Parlasur, que lleva 956 días en prisión preventiva por una catarata de causas gestionadas por el gobernador radical Gerardo Morales, se descompuso mientras declaraba el segundo de los tres testigos  previstos ante el tribunal que encabeza la jueza Alejandra Tolaba. Luego de vomitar tres veces, una de ellas con sangre, fue atendida de urgencia por personal del SAME y más tarde por médicos del Poder Judicial. La audiencia se suspendió de inmediato pero el traslado demoró más de una hora. El médico judicial y los abogados defensores pidieron que fuera trasladada a la clínica Los Lapachos, pero el pedido fue rechazado por el tribunal. Si bien no hubo un diagnóstico oficial sobre su salud, fuentes allegadas a Milagro afirmaron que se trataría de un cuadro de abdomen agudo y posiblemente de pancreatitis.

Sala había regresado a su prisión domiciliaria ad hoc en el barrio El Carmen el sábado 18 de agosto por orden de la Corte Suprema de Justicia luego de diez días de huelga de hambre en rechazo a la decisión de Pullen Llermanos de enviarla al penal federal de General Güemes, en Salta, contrariando una medida provisional de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El jueves a la noche se descompensó por un cuadro de inflamación gastrointestinal y cefalea, y recién el viernes a las 15 Pullen Llermanos autorizó su traslado al hospital Soria, donde se constató una inflamación en el hígado y el colon.