La pérdida de metros cuadrados de espacios verdes en la ciudad es una constante desde el 2007. En Saavedra, por ejemplo, los vecinos se organizaron para reclamar la creación de una plaza sobre los diez mil metros cuadrados en el predio del Parque Goyeneche, donde el Gobierno porteño comenzó las obras para instalar una planta recicladora. 

Esta situación, además de poner en evidencia que el Gobierno porteño no contempla la necesidad de ampliar los espacios verdes en la ciudad, enfrenta a los ciudadanos porque con la planta recicladora unos 1500 recuperadores urbanos podrían mejorar su calidad de vida, pero los vecinos pierden el predio.

Claudia Silva es trabajadora urbana reconocida por el Gobierno de la Ciudad y pertenece al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). Hasta el momento, ella clasifica y separa residuos junto a otros trabajadores en un predio cedido en préstamo.

“La planta sería una ayuda muy grande para nosotros, porque así vamos a  poder hacer la clasificación y la separación propia con nuestros compañeros. Y estar como cooperativa controlando nuestros materiales y nuestro trabajo”, explicó en diálogo con PáginaI12.

Este nuevo proyecto es una alternativa para los trabajadores urbanos que desde 2012 reclaman un lugar que les sea propio para poder trabajar mejor. Pero los vecinos señalan que además de perder calidad de vida por la desaparición de un espacio verde, ese predio es necesario en el barrio porque es tierra absorbente y es una zona inundable.

Sin embargo, Silva cree que, en el fondo, lo que hay de parte de los vecinos es discriminación. “Hay mucha discriminación hacia los cartoneros y somos trabajadores. Ese lugar que pedimos lo vamos a tener organizado, con gente capacitada para clasificar, separar y acomodar el lugar de la mejor forma. A nosotros nos tratan de sucios, de negritos, de drogadictos, un montón de adjetivos que nos da bronca porque no nos ven como trabajadores”, aseguró Silva. 

Mercedes Austral es psicóloga y maestra de nivel inicial y desde hace más de diez años vive en el barrio. Forma parte de Vecinos por Saavedra desde que supo cuál sería el destino de la plaza. 

“No nos oponemos a la planta, sabemos y aceptamos que la Ciudad algo tiene que hacer con los residuos. Pero planteamos lo inoportuno de hacer una planta de reciclado arriba de una plaza en un barrio donde tenemos experiencias de inundaciones. La plaza no sólo significa un espacio público y social o de recreación,  sino también tierra absorbente”.

Los vecinos están preocupados por el impacto de la planta en un barrio que es mayoritariamente residencial. “Insertar por medio de una imposición un establecimiento industrial en una zona residencial sobre una superficie absorbente que desaparecería, sumado a que es una obra ilegal empezada en enero durante las madrugadas, sin permiso de obra, sin licitación, sin presupuesto y a espaldas de toda la ciudadanía, es alarmante”, explicó la vecina en diálogo con PáginaI12. 

“Hay algo estructural en hacer del espacio público lo que quieren y con destinos inciertos. Porque además la planta se inscribe en un recorrido que ante la posibilidad y la intención política de quemar basura quedaría obsoleta. Entonces ¿cuál es el destino final y verdadero de lo que hay detrás del uso de este espacio público? ¿Dónde van a reponer este espacio verde que se está quitando? La constitución de la Ciudad plantea que deben conservarse y multiplicarse los espacios verdes,  y en este caso deberían haber planteado por escrito en qué lugar se va a reponer esta tierra que se está perdiendo”, concluyó la vecina de Saavedra.