Las fanfarrias iniciales de Indiana Jones dan ganas de agarrar un látigo, calzarse el sombrero y salir a recuperar reliquias arqueológicas; las orquestaciones de Jurassic Park dan ganas de alzar la mirada y buscar cabezotas de dinosaurios sobre las copas de los árboles; los crecientes ronroneos de cuerdas de Tiburón dan ganas de salir del agua ya, ahora mismo. Resulta bastante evidente el enorme aporte emocional y sensorial que las creaciones del compositor y director de orquesta estadounidense John Williams han provisto al cine de Hollywood, y en particular a las películas de Steven Spielberg. Ese exitosísimo maridaje entre el cineasta y el compositor, que empezó en 1974 y que desde entonces ya abarcó 24 largometrajes, es explorado en John Williams & Steven Spielberg: la aventura continúa, el documental que hoy a las 19.30 estrena Film & Arts. A través de entrevistas a solas y conjuntas con Spielberg y Williams, la película investiga esa inusualmente larga y fructífera colaboración cinematográfica y musical, cuyos resultados están a la vista –y al oído– en obras de alto impacto como Encuentros cercanos del tercer tipo, E.T., La Lista de Schindler y la saga de Indiana Jones, por añadir sólo algunas más a la lista de éxitos. El documental surgió inicialmente como un contenido adicional para John Williams & Steven Spielberg: the Ultimate Collection, una compilación de cuatro CDs que reune 44 piezas musicales de Willliams compuestas especialmente para películas de Spielberg. Pero ganó peso propio y se convirtió en un documental independiente, que además de poner el foco en la amistad entre Spielberg y Williams, termina funcionando en cierto modo como una celebración en sí de la obra del veterano músico, cuyo historial también incluye la música para películas de otros directores, como La guerra de las galaxias, JFK, la saga Harry Potter y hasta Trama macabra, la última película de Alfred Hitchcock. PáginaI12 entrevistó al realizador francés Laurent Bouzereau, director y productor de John Williams & Steven Spielberg: la aventura continúa y asiduo colaborador de Spielberg. Su trabajo conjunto más reciente es Five Came Back, un documental para Netflix sobre la Segunda Guerra Mundial que comandó Bouzereau y en el que Spielberg participa junto a otros directores célebres, como Francis Ford Coppola y Guillermo Del Toro.  

–¿Cuál fue su enfoque para analizar las colaboraciones entre Steven Spielberg y John Williams? ¿Tenía alguna hipótesis para probar?  

–Sentarme con Steven y John siempre es fantástico. Son un dúo dinámico. Y tenerlos a ambos juntos recordando sus colaboraciones pasadas fue realmente una alegría. Podías sentir la amistad y realmente entender por qué esta colaboración en particular ha funcionado durante tantos años y en tantas películas. También te das cuenta de que la raíz del éxito de su relación es el respeto mutuo, la comprensión mutua y una apreciación compartida del lenguaje musical. Steven ama la música y para un compositor, evidentemente, la música es la clave... En el inicio del proyecto, fui contactado por Sony Music, que estaba preparando un CD recopilatorio de la música que John compuso para las películas de Steven. Me pidieron que filmara las sesiones de grabación de la orquesta, que John dirigió y a las que Steven asistió. Luego, la idea era hacer una entrevista doble entre John y Steven y también hablar con ellos por separado para discutir la historia de esas colaboraciones, con un enfoque específico sobre las pistas reunidas para el CD. Originalmente, Sony quería una pieza muy corta, pero después de ver el metraje y la riqueza de las entrevistas, me pidieron que avanzara con una pieza mucho más larga, un documental que pudiera ser parte del box-set o bien que pudiera tener vida propia. El diálogo que tuve con Steven y John durante los últimos 25 años, mi historia con ambos, ayudaron mucho. Sé mucho sobre sus películas y sobre su música: todos nos emocionamos mucho al hablar de esta relación única entre director y compositor. Creo que, secretamente, en el fondo de mi mente, siempre tuve el objetivo de hacer una obra mucho más larga y sabía que las entrevistas demostrarían que esta discusión merecía un enfoque más profundo. Me emocionó que Sony aceptara la idea y que siguiera adelante con un proyecto mucho más ambicioso.

–Aunque John Williams no sea exactamente una estrella pop tradicional, su música tal vez sí es tan famosa como las composiciones de Los Beatles o Michael Jackson... ¿Cómo explica eso?  

–Yo creo que John Williams sí es una estrella. Es probablemente el compositor de música para cine más reconocible en el mundo. Y cuando uno asiste a uno de sus conciertos, realmente lo que se siente es una experiencia similar a la de un show de Los Beatles. Ha sido un colaborador ideal para cineastas como Steven, o George Lucas, porque su música, para las películas, es tan importante como el elenco. En todas las películas en las que él trabaja, su música se convierte en un personaje. Y creo que, en algunos casos, su música ha elevado las películas: una de mis partituras favoritas de John es Monseñor, la película de 1982 con Christopher Reeve. Recuerdo haber visto la película y haber sentido el impacto, principalmente, de la música. Yo crecí en Francia, donde a menudo las películas llegaban a los cines seis meses después de su estreno original en los Estados Unidos. Sin embargo, las bandas sonoras estaban disponibles antes. Así fue que pude descubrir la música de John para Tiburón, Encuentros cercanos del tercer tipo, Los cazadores del Arca perdida, Superman y muchas otras aún antes de ver las películas. Creo que el hecho de que pudiera imaginar completamente las imágenes, antes de verlas, sólo escuchando las bandas sonoras, es toda una revelación sobre el poder de la música de John.

–Usted ha trabajado en varias ocasiones con Spielberg. ¿Qué puede decir de su propia colaboración con él?

–He tenido el gran privilegio y el honor de trabajar con Steven durante 25 años, documentando sus películas y sí, trabajando juntos en piezas como Five Came Back. Steven es muy leal y colaborador. Verlo en el set es fascinante; su comprensión del lenguaje del cine, su espíritu de colaboración con su equipo creativo y con los actores… Él continúa siendo una fuente de inspiración inagotable.

–¿Y tiene alguna historia personal relacionada con la música de John Williams? ¿Recuerda la primera vez que escuchó la música de Los cazadores del Arca perdida?

–Cuando se estrenó Los cazadores del Arca perdida, yo ya era fan de la música de John. Descubrí su trabajo con Tiburón y con las películas de cine catástrofe de principios y mediados de los ‘70, principalmente con Terremoto, Infierno en la torre y La aventura del Poseidón. Me encantaron sus composiciones para Domingo negro, de John Frankenheimer; y para Drácula, de John Badham. Una de mis favoritas de todos los tiempos es la música de Furia, de Brian De Palma. Por supuesto, también Encuentros cercanos del tercer tipo, Superman y La guerra de las galaxias. ¡Hasta tengo firmados por John los álbumes de vinilo con las bandas sonoras de Terremoto (que compré en Athens, Georgia, en 1977), Infierno en la torre, 1941 y Tiburón… No, no me dio vergüenza pedirle los autógrafos… Pero sí, vuelvo a la pregunta, cuando se estrenó Los cazadores del Arca perdida, fue otro punto de referencia. Claro que me encanta el tema principal, la “Raiders March”, pero de ese soundtrack, tengo debilidad por “Marion’s Theme”. Cuando John lo interpretó para esta nueva colección de Sony, me puse a llorar... y miré alrededor y no era el único emocionado en la sala.