La defensa de Luiz Inácio Lula da Silva presentó ayer un pedido ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU para que el organismo se pronuncie de cara a la prohibición que el Tribunal supremo Electoral (TSE) le impuso al ex presidente para competir en las elecciones del 7 de octubre. Además, en el marco de la persecución judicial al ex mandatario, la Fiscalía brasileña denunció ayer por corrupción a Fernando Haddad, candidato a vicepresidente de Lula.

Según el Partido de los Trabajadores (PT), la medida de acudir a la Organización internacional, es en pos de asegurar que Brasil cumpla con el pronunciamiento de la ONU, de modo que le exigirán a este organismo un nuevo documento donde reitere la obligación del Estado brasileño a cumplir con sus obligaciones internacionales. En este sentido, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, aseguró que agotarán todas las instancias necesarias para validar la candidatura de Lula, debido a la actitud arbitraria que la justicia adoptó al prohibir la participación del ex mandatario brasileño, sobre todo desestimando el pronunciamiento del Comité de Derechos Humanos. “Desde el principio dijimos que íbamos a defender la candidatura de Lula porque creemos que tiene derecho a ser candidato y está preso injustamente. No dejaremos atrás a un compañero inocente, además es quien lidera todas las encuestas, a pesar de estar cumpliendo 150 días como preso político. Por eso la lucha por la candidatura de Lula también es la lucha por el derecho de la población”. Además Gleisi reafirmó la importancia de denunciar la grave situación que está ocurriendo en el país y repudió los ataques violentos hechos por el candidato a la presidencia del Partido Social Liberal (PSL) a Lula y al PT, conocidos este sábado luego de la circulación de un video donde Bolsonaro amenazó con fusilar a los simpatizantes de izquierda.  

Por otro lado, la denuncia de la fiscalía hacia Haddad, se basa en una confesión realizada por el empresario Ricardo Pessoa, expresidente de la constructora UTC Ingeniería. La fiscalía acusó Haddad de recibir de manera indirecta recursos para su campaña de reelección como alcalde de San Pablo en el 2012. Según la denuncia, la constructora UTC habría pagado una deuda de 2,6 millones de reales (cerca de 626.500 dólares) para la campaña de 2012. Sin embargo, hasta el momento Haddad no se pronunció al respecto, y continúa exigiendo junto al PT, la liberación del mandatario. “Vamos a tomar todas las medidas para que el pueblo pueda elegir al próximo presidente de la República sin los artificios que están siendo desplegados para sacar a Lula de la carrera presidencial”, explicó Haddad luego de conocerse este lunes la decisión del TSE.  

Lula, quien esta preso en Curitiba desde el siete de abril luego de que el juez Sérgio Moro lo imputara con la mega causa Lava Jato, lidera las encuestas con un 39 por ciento de intención de voto, según las últimas encuestas de Datafolha. En caso de continuar la proscripción del ex mandatario,Manuela D’ Àvila, quien fue candidata a la presidencia por el Partido Comunista de Brasil (PCdB), acompañaría a Haddad como vicepresidenta. Sin embargo, en el posible escenario sin Lula, el ultraderechista,Jair Bolsonaro, lidera la intención de voto. En ese caso, el voto de la izquierda se repartiría entre Marina Silva por el partido Red de sustentabilidad (Rede),con el 16 por ciento, y el ex ministro, Ciro Gomes, del Partido Democrático Laboralista (PDT), con el 10 por ciento. El ex militar que llegaría al poder si persiste la proscripción al ex mandatario, fue denunciado penalmente el lunes luego de amenazar en un video que fusilaría al electorado de izquierda.