Tras el multitudinario abrazo que se realizó el miércoles ante la degradación del Ministerio de Salud a Secretaría y luego de que se confirmara la renuncia del titular de la Dirección de SIDA, Enfermedades de Educación Sexual, Hepatitis y Tuberculosis, Sergio Maulen, el Frente Nacional por la Salud de las personas con VIH se dirigió a la dependencia pública para repudiar el brutal ajuste. La red de organizaciones alertó que con los recortes presupuestarios del año entrante, que se estiman serán del 50 por ciento respecto del año pasado, alrededor del 30 por ciento de los pacientes de todo el país tendrán que suspender su tratamiento. “Sin los medicamentos nos vamos a morir”, advirtieron. Los jefes de programas provinciales de VIH/Sida de todas las provincias firmaron poco después un documento en el que afirmaron que “el Derecho a la Salud se encuentra amenazado”, ratificaron los dichos de los pacientes y reclamaron “el cumplimiento de las obligaciones asumidas en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos”.

La red de pacientes aprovechó que ayer se realizaba una reunión de los jefes de programas de VIH de todas las provincias para manifestar su preocupación ante la profundización en los recortes de salud, teniendo en cuenta que desde que comenzó la gestión de Mauricio Macri, en dos oportunidades –2016 y principios de 2018– las organizaciones registraron faltantes de medicamentos. La alerta es mayor en medio de la corrida cambiaria y tras el achique de la dependencia pública, porque los remedios para la enfermedad se deben importar y están atados al valor del dólar. “Con el aumento del dólar el presupuesto del año que viene para la Dirección Nacional de SIDA va a ser la mitad; pasamos de 120 millones de dólares a 60 millones. El 70 por ciento de los medicamentos para VIH se compran en dólares. ¿Con qué presupuesto va a garantizar nuestra salud Carolina Stanley?”, subrayó la Fundación Grupo Efecto Positivo. 

“Estamos en el ex Ministerio de Salud exigiendo una respuesta ante el recorte de presupuesto que pone en peligro la continuidad de tratamientos de VIH, hepatitis y más. Sin los medicamentos nos vamos a morir. Vamos a tener que ser dramáticos con nuestras exclamaciones pero nosotros, pacientes desde hace muchos años, estábamos soñando con la cura y terminar con la epidemia en nuestras ciudades”, exclamaron a los jefes provinciales. Según pudo saber este diario, el presupuesto del próximo año contempla un recorte de alrededor 800 millones de lo que reclamaba Maulen, quien presentó su renuncia por entender que no era suficiente. La Fundación Huésped afirma que el 70 por ciento de las personas que viven con VIH se atienden en el sistema de salud público.

En el encuentro con la red, los jefes provinciales asumieron que ellos también están preocupados por la situación y que ya hay faltantes de tres antirretrovirales para tratar la infección, además de que varios medicamentos están llegando con stocks fraccionados y cantidades insuficientes. Poco después, emitieron un comunicado repudiando tanto la eliminación del Ministerio de Salud como la subejecución presupuestaria al área específica.

“Podemos afirmar que el Derecho a la Salud consagrado en nuestra Constitución Nacional y en la Ley Nacional de Sida N° 2398 se encuentra amenazado”, explicaron en el texto al que accedió PáginaI12, en el que abogaron por el sostenimiento de todas las líneas estratégicas de trabajo de la Dirección y asumieron que durante esta gestión se redujeron las partidas y se eliminaron programas territoriales. Los encargados de los programas alertan que eso sumado a “la subejecución presupuestaria y la baja que se pretende imponer en el Presupuesto 2019, a requerimiento de los ajustes que requiere el FMI, el panorama de la Salud Pública en nuestro país es por demás preocupante”. 

“Como integrantes de los programas provinciales de VIH-SIDA y ETS de todo el país, nos sentimos plenamente identificados de las/os trabajadores de la Dirección Nacional de Sida, quienes alertan que se encuentran en riesgo las prestaciones y tratamientos para personas que viven con VIH en nuestro país, igual situación para los que padecen Tuberculosis, Hepatitis virales y Lepra”, puntualizaron. 

Los representantes de las organizaciones plantearon un panorama dramático. “Es la tercera vez que hay faltantes, desde el 2001 que no había, en 2016 tuvimos faltante, a principios de este año también nos movilizamos y ahora tenemos que hacerlo de nuevo”, resaltó a PáginaI12 el referente José María Di Bello, miembro de la Fundación Grupo Efecto Positivo y Argentina Redes Positiva. Advirtió además que es la tercera vez en la gestión que renuncia un director y que todos lo hicieron a principios de septiembre “en coincidencia con la presentación del Presupuesto”. 

“La situación es grave y conociéndolo a Sergio, si él se fue la papa está muy caliente”, manifestó otro miembro de la red durante el encuentro con los funcionarios para dar cuenta de la situación de emergencia que atraviesan. “No se sientan violentados pero hemos sido en parte ejecutores de nuestros lugares y hemos mejorado los sistemas de salud, a veces trabajamos con los mínimos recursos pero somos los que estamos ahí para sostener a las personas que están en angustia. Pero nosotros no podemos estar en este nivel de alerta porque la situación es grave”, resaltó a los jefes provinciales. 

El 19 de enero de 2018 la Fundación Huésped aclaró que se estaban registrando faltantes de medicamentos antirretrovirales y que se estaba dificultando el acceso al tratamiento de las personas con VIH. Según habían aclarado desde el Ministerio de Salud y la Jefatura de Gabinete, obedecía a la demora en la habilitación del presupuesto 2018. En ese momento, la fundación exhortó a las autoridades a “tomar las medidas pertinentes para evitar futuros faltantes similares y para que arbitren los medios para que avance en tiempo y forma la compra anual de antirretrovirales de manera de evitar posibles quiebres de stock del conjunto de las drogas”.

La situación impactará directamente en los pacientes porque el mismo Ministerio de Salud señala en su página web que “una de las cosas más importante del tratamiento es la continuidad en el tiempo”. “Es muy importante continuar y mantener el tratamiento una vez comenzado ya que es la única manera de lograr que el virus no se reproduzca, y así evitar que la enfermedad crónica se convierta en sida”, indica.

“Me acuerdo que hubo muchísimos compañeros que no accedieron al tratamiento y en este momento se está repitiendo que hay medicamentos que faltan, pero tememos que se intensifique y si continúa este presupuesto, el 30 por ciento no vamos a tener tratamiento porque no se va a poder comprar”, alertó Di Bello.

“Es una barbaridad lo que está pasando, es un genocidio si es así, porque nos vamos a morir. Toda la política que están tomando, con la eliminación del Ministerio, también. Consideran a la salud como un costo y no como un derecho”, manifestó.