Las estimaciones de ayer (por el jueves) se quedaron cortas: Ya son dos millones de litros de leche diarios que estamos tirando", dijo Marcelo Aimaro de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe. El dirigente tambero corrigió así las estimaciones oficiales que hablaban de 1,2 millones de litros diarios perdidos. Son casi mil los tambos inundados en la provincia que no pueden sacar su producción y no tienen manera de conservar la leche. "A las vacas hay que ordeñarlas todos los días sí o sí", recuerdan los productores para que se comprenda el fenómeno. "Lo que espero ahora es que la leche no aumente en góndola ante la escasés, porque a nosotros nos siguen pagando los 4,70 pesos miserables por litro", se quejó Aimaro que le apuntó directamente al ministro de Agricultura y Ganadería de la nación. "En abril del año pasado (Ricardo) Buryaile vino, cuando también estábamos inundados y nos pidió que le pasáramos un informe de las obras necesarias. Nos sentamos con el INTA, hicimos un detalle minucioso y no hicieron nada. En esta inundación, ni siquiera vinieron", dijo el productor.

El secretario de Lechería de Santa Fe, Pedro Morini, había explicado que  "tenemos a unos 1.200 tambos bajo el agua, sobre un total de 4.100 establecimientos radicados en el distrito, con agua en los campos desde los 30 centímetros hasta un nivel de un metro". Además, el funcionario consignó que las fuertes lluvias registradas durante las últimas dos semanas dejaron también en problemas a "otros 800 o 900 tambos, con el agua afectando parte de su campo".

Consultado sobre medidas para atender esta nueva crisis, Morini refirió: "Vamos a tener que buscar la forma de poner plata en el bolsillo del productor para que compre alimento para la hacienda y vuelva a sembrar".

En ese sentido, Santa Fe estudia la posibilidad de obtener fondos para promover créditos muy blandos, con tasas bajas o casi nulas, y acelerar la declaración de emergencia y desastre provincial para condonar el pago de impuestos y frenar el pago de cuotas e intereses bancarios.

Desde el área lechera santafesina, que funciona dentro del Ministerio de la Producción, se indicó que el Departamento de Castellanos (que cuenta con una superficie de 6.600 kilómetros cuadrados en el centro‑oeste) es el más dañado de la provincia, con 2.000 tambos en problemas: Allí la afectación ronda el 85% del área. Las zonas que exhiben el mayor perjuicio son San Martín, San Jorge, El Trébol, Las Rosas y Cañada.

En tanto, los relevamientos realizados por el gobierno de Santa Fe consignan que un 40% de los tambos del departamento de Las Colonias, en la zona centro del distrito, también presenta una afectación de 40 por ciento.

Morini reconoció que la actividad tambera "está muy complicada" en la provincia de Santa Fe por las intensas lluvias registradas, que dejan en una posición peor a la provincia respecto de las inundaciones registradas en abril de 2016. "Luego de abril, los tambos consumieron sus reservas para llegar a diciembre; sin reservas, el productor debía hacerlas, y hoy no podrá cosechar, ya que el cultivo de maíz implantado para forraje está bajo agua", reconoció el funcionario provincial.

"La provincia producía hasta abril pasado 8 millones de litros de leche diarios; con la crisis de abril, caímos a la mitad, al alcanzar una producción de 4 millones de litros. Luego nos recuperamos y cerramos el año con una producción de 6,2 millones. Pero ahora con estas inundaciones vamos a caer a un volumen de 5 millones de litros diarios producidos", explicó Morini.