Una persona que sacó a fines de marzo de 2016 un crédito UVA a 20 años por un millón de pesos pagaba una cuota de 7915 pesos. Ahora su cuota trepa a 14.220 pesos y le debe al banco 1.729.329 pesos. A su vez, quien quiere acceder a un crédito UVA a 20 años para cubrir el 80 por ciento de un departamento valuado en 100 mil dólares necesita en la actualidad un ingreso mensual de 90 mil pesos. En los créditos UVA, la cuota, la deuda total y los intereses ajustan mensualmente en base a la inflación del Indec. Al momento del otorgamiento, la cuota no puede ser superior a una cuarta parte del salario. El boom de los créditos UVA, que se dio en 2017 y hasta marzo de este año, se explica porque la cuota quedaba por debajo del alquiler. Pero el desbarajuste económico detonó el riesgo en manos del tomador. Hay analistas que comparan el crédito UVA con el precio de la propiedad (que subió medido en pesos por la devaluación) y con el alquiler y concluyen que los tomadores del préstamo salieron beneficiados. Sin embargo, esa cuenta no advierte que para ingresar al crédito se debe pagar el 20 por ciento del valor, algo para lo cual hay deudores que tomaron otro crédito. Además, la venta de una vivienda hipotecada (en caso de no poder seguir pagando) puede no ser fácil sin aceptar una fuerte pérdida patrimonial.