En un duelo cargado de expectativas por la vuelta de Tevez a La Paternal, Boca se impuso anoche ante Argentinos por 1-0 con un gol de cabeza de Izquierdoz y quedó a un punto del líder Atlético Tucumán. Fue el cuarto triunfo consecutivo del Xeneize –entre Superliga, Libertadores y Copa Argentina– y el tercero sin recibir goles. Para el Bicho, fue el fin de un invicto de tres partidos.

Con la mente puesta en el choque del miércoles contra Cruzeiro por la ida de cuartos de final de Copa Libertadores, los mellizos Barros Schelotto dispusieron un mix de titulares y suplentes para visitar el Diego Armando Maradona. Claro que, dueño de un extenso plantel, unos cambios de apellidos no le hicieron mella anoche a Boca, que fue más que el Bicho.

Fue más en defensa, ya que cada vez que los jugadores de Argentinos tenían la pelota se veían apremiados por las múltiples marcas de los visitantes. Y también fue más en ataque, donde con simples paredes sus futbolistas dejaban en el camino a los locales y llegaban para desbordar y mandar algún centro al área de Cháves. Así llegó la primera jugada destacada del encuentro. Tras un desborde y centro del colombiano Villa, el mayor de los Mac Allister, Kevin, metió alevosa e innecesariamente el brazo para desviar la pelota, pero el árbitro Merlos no cobró penal, generando las protestas del banco de Boca. Inmediatamente, un nuevo desborde, esta vez de Buffarini, terminó en Benedetto, quien intentó picarla de primera y desde afuera del área sobre Cháves, pero su tiro se fue cerca. El nueve xeneize, que ayer jugó su cuarto partido en lo que va de año tras una larga recuperación de una rotura de cruzados, tocó poco la pelota pero cada vez que lo hizo, confirmó su categoría. 

El monólogo de Boca se tradujo en el resultado, cuando a los 23 minutos, Izquierdoz cabeceó de manera contundente un tiro de esquina. Segundos antes, el equipo de los mellizos había estado cerca con una jugada preparada de pelota parada que Romero salvó con lo justo. El juego aéreo quedaba comprobado como una de las fortalezas del vigente bicampeón.

Argentinos, por su parte, pudo recién sobre el final de la primera parte llegar a inquietar a Andrada cuando Kevin ubicó sin marca a su hermano Alexis cerca del área, y el arquero ex Lanús sacó el remate del diez al corner. Quedaba comprobado también que los desajustes en el fondo xeneize todavía son materia a corregir por el vigente bicampeón.

Con el correr de los minutos, Boca se fue encariñando con la ventaja y se retrasó para protegerla. Nández entró por Benedetto –que tuvo la oportunidad del 2-0 tras un buen desborde de Villa pero definió al cuerpo del arquero– y el Bicho se fue situando cada vez más en las cercanías del área de Andrada. Pero a Argentinos, que marcó dos goles en lo que va de torneo, le faltó puntería e ingenio para meterse a la misma.

Finalmente, sólo quedaría por ver cómo la lluvia se intensificaba, Pablo Pérez conseguía la amarilla de cada día y Andrada se quedaba en la última jugada con la mejor de Argentinos, un remate del ingresado Verón, y los tres puntos de un Boca cada vez más entonado.