La gran actriz de teatro, cine y televisión Alicia Berdaxagar murió ayer a los 93 años. Dueña de una presencia indisimulable tanto sobre el escenario como fuera de él, la actriz nunca dejó de formar parte de la escena artística argentina, desde su debut en la versión de Mario Rola de Yerma, cuando todavía estudiaba en el Conservatorio Nacional. A lo largo de su prolífica carrera, la alumna de Juan Carlos Gené, Carlos Gandolfo, Augusto Fernándes, Ricardo Bartís y Lito Cruz demostró una y otra vez su particular estilo, en obras tan disímiles como La casa de Bernarda Alba, Movimiento continuo, Barranca abajo, El jardín de los cerezos, Copenhague, Viejos tiempos, Todos eran mis hijos, Un enemigo del pueblo, Escenario para un solo momento, Escarabajos y Los pilares de la sociedad, entre muchas otras. Casada con el actor Carlos Carella, la actriz ganó todos los premios posibles en el teatro argentino, desde el Trinidad Guevara hasta el María Guerrero, pasando por el Florencio Sánchez, el Podestá, el ACE y el Konex. Su amor por las tablas no impidió que Berdaxagar también se destacara en televisión y cine. En la pantalla chica, participó en distintas telenovelas y tiras diarias (Pobre diabla, Piel naranja, Amo y señor), aunque es recordada por su participación en ciclos semanales como Alta Comedia, Teatro Palmolive del aire y  El hombre que volvió de la muerte. En la pantalla grande, dejó su huella en El amor y el espanto, Siempre fuimos compañeros, Con el más puro amor, Este loco amor loco, Bodas de cristal y El jardín de ceniza.