A diez años de la desaparición de la pequeña Sofía Herrera en un camping cercano a la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, su madre, María Elena Delgado, sostuvo que “la búsqueda de Sofi es una herida que está abierta todo el tiempo. No la podemos encontrar” y esperanzada afirmó que “no sé cuándo irá a aparecer mi hija, pero mientras tanto hay que seguir buscándola”. Contó que “este es un mes muy difícil, es volver a revivir todo lo que pasó ese día”. La madre y el padre de la niña que hoy se manifestarán como vienen haciendo todos los años por la aparición de su hija, que tenía 3 años al momento de desaparecer, reclamaron por la paralización de la causa. “El año pasado se hizo cargo otro juez, pero no hizo nada. Sólo hizo anuncios 48 horas antes de que se cumpliera el nuevo aniversario”, dijo la mamá de la nena, quien pidió que “se agilice la investigación”.

Una década, diez años, 3650 días se dicen rápido, pero son una eternidad cuando se trata de la búsqueda de un ser querido. “En la casa falta Sofi, nos acordamos de ella y pensamos cómo recuperar el tiempo perdido. Todo fue un antes y un después”, dijo a este diario la mamá de Sofía, al mismo tiempo que explicó que hay preguntas que no dejan de repiquetear en sus vidas: “¿qué pasó?, ¿dónde está?, ¿por qué se la llevaron?”, y quizás a esta altura, la que más golpea “¿cuánto falta para que aparezca?”.

Y si bien contó que Yuliana, “la hermana de Sofi”, que nació cuatro meses después de la desaparición, es el motor que les permitió seguir adelante, cada vez que llega un nuevo 28 de septiembre “es desolador”. 

Un gesto y unos pasitos alejándose son los últimos recuerdos de su hija que se imprimieron en la memoria de María Elena Delgado aquel domingo de 2008, en el camping John Goodall, sesenta kilómetros al sur de Río Grande.

“Recuerdo que ese día llegamos al camping y después de pagar la entrada estacionamos los dos autos en los que fuimos. Le acomodé la camperita y ella se fue atrás de su papá y su amigo que fueron a ver dónde podíamos comer. Eran cuatro nenes, y la última vez que la veo es así, caminando con el grupo”. Minutos después, el grupo volvió sin la niña. Su padre, Fabián Herrera, pensaba que su hija había vuelto al auto donde estaba su madre. “La comenzamos a buscar por todos lados. Fue tan rápido, tan extraño”, recordó Delgado.

Diez años después, la búsqueda, en la que llegaron a intervenir Policía Federal, Prefectura, Gendarmería, el Equipo de Antropología Forense, el FBI, la División Servicios Especiales de la Policía de Ushuaia, la Brigada Rural de Río Grande y equipos de buzos, continúa. “Llegan muchas fotos de distintas partes del país. Este año fueron 19 en las que se trabajó, pero ninguna era Sofía. Recorrí toda la Argentina, sólo me faltaron La Pampa y Santa Fe, y hace diez días por un dato Fabián estuvo en Neuquén y de ahí fue a Chile. Había un parecido pero no era ella”, contó la mujer, que remarcó que para seguir buscando a la niña cuentan con el sitio web sofiaherrera.com.ar, “donde hay un perfil del rostro actualizado de mi hija, hecho el año pasado por un perito”.

El caso, que tiene similitudes con el de la pequeña Madeleine McCann, la niña que desapareció en 2007 en un hotel en Portugal y que aún no fue encontrada, acumula 13 mil fojas. La mitad por el expediente principal y el resto por los incidentes paralelos derivados de las denuncias que se reciben a través del sitio web.

Dos días atrás, el juez que lleva la causa, Daniel Césari Hernández, anunció nuevas medidas que incluyen el testimonio de personas que ya declararon en el expediente, y de otras que nunca fueron citadas, con el objetivo de buscar indicios que “puedan haberse pasado” en los primeros tiempos de la investigación. También se evalúa enviar muestras de ADN de Sofía a distintos organismos nacionales de derechos humanos para facilitar las tareas de verificación de identidad.

En diez años, el caso tuvo un solo imputado: Alberto Urrutia, el cuidador del camping, quien fue sobreseído en todas las instancias judiciales y su situación judicial se encuentra firme.

Mientras tanto, la madre de la niña que sueña “estar el próximo septiembre con su hija”, dijo que “seguiremos pidiendo a toda la gente que tiene que ver con la justicia que la sigan buscando. No perdemos la esperanza”.