Ayer detuvieron a dos jóvenes de Moreno, acusados de ser los autores del incendio que durante la madrugada del jueves destruyó gran parte del edificio donde funcionan las escuelas 36 y 32. Uno de los detenidos, de 19 años, confesó su participación a la policía. Al parecer, habría entrado a robar “alfajores y monitores” al establecimiento y, al ver que no podía llevarse nada, prendió fuego a un cartón y eso habría desatado el incendio. El otro acusado tiene 14 años y se encuentra con medidas de seguridad, a cargo de la fiscalía de menores. Por el hecho, también están siendo buscadas otras tres personas. Los docentes de la escuela, sin embargo, pusieron en duda la confesión del joven ante a la policía. “Nada de lo que declara el chico coincide con los resultados de las pericias”, explicó un maestro de la escuela, que aclaró que en la preceptoría no había alfajores ni monitores y que el edificio escolar estaba completamente cerrado cuando llegaron los bomberos.

“El joven confesó que entró al establecimiento educativo con dos cómplices más, se comió los alfajores y como no se pudieron llevar los monitores, prendió fuego un cartón que luego derivó en el incendio”, indicó un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. El acusado, de 19 años, quedó alojado en la comisaría Nº8 de Moreno, a disposición de la Justicia. El otro, de 14, permanecerá con medidas de seguridad, según informaron fuentes de la investigación a este diario.

“El pibe, en la confesión policial que hace cuando lo detienen, dice que entraron a comer unos alfajores. En la preceptoría no había alfajores. Por otro lado, habla de que querían robar unos monitores cuando en realidad no tenemos monitores, computadoras, ni nada por el estilo ahí en la preceptoría”, explicó Emanuel, docente de la secundaria 36. “Además, estaba toda cerrada la escuela. La puerta la arrancaron los bomberos, o sea que los chicos nunca pudieron entrar a la preceptoría. Por otro lado, el pibe confesó que prendió fuego un cartón para iniciar el fuego, mientras que las pericias dijeron que también había material plástico tirado en el lugar. Nada de lo que declara el chico a la policía coincide con los resultados de las pericias”, continuó. Y agregó: “Esto no nos cierra bajo ningún punto de vista, a ninguno de los que somos parte de la escuela. Es una declaración policial, y para mí que lo están perejileando al pibe. Fue acusado en una publicación de Facebook y a partir de ahí surgió todo. Para nosotros no es el culpable. No hay elementos probatorios fuertes en su contra, más allá de una confesión en la comisaría”.

El fuego destruyó gran parte de la escuela, incluido el salón donde funcionaba la preceptoría de secundaria, que fue construida con los fondos de la cooperadora para que los secretarios, que anteriormente trabajaban con una mesa en el pasillo, tuvieran un espacio propio para desarrollar sus tareas. En esa sala, además, funcionaba una biblioteca y un lugar de guardado de los materiales de educación física, los instrumentos de música y los legajos de los estudiantes. El otro espacio alcanzado por las llamas era un aula compartida por primaria y secundaria, ya que la EES N° 36 cuenta con muy pocos salones y tiene una estructura edilicia en pésimas condiciones. 

Fuentes de la municipalidad de Moreno confirmaron este jueves a PáginaI12 que el incendio fue intencional y que, de acuerdo con lo informado por los bomberos, no hay indicios “de que las puertas hayan sido forzadas”. Fuentes de la investigación también aseguraron la intencionalidad del incendio, basándose en los peritajes y en los dos focos de incendio detectados. Aclararon, además, que aún “están buscando testigos o alguien que pueda aportar más datos”, ya que no hay cámaras del municipio o cámaras privadas que permitan avanzar en la investigación.

La comunidad educativa de Moreno, si bien no descarta que se trate de un hecho vandálico, sospecha que el incendio puede estar relacionado con el gran número de amenazas que han recibido directores, docentes, padres y militantes de Moreno, que junto a organizaciones sociales y sindicales están encabezando la lucha por mejores condiciones para los establecimientos escolares del distrito. Esto sucede a casi dos meses de la explosión de la escuela 49 de Moreno, donde murieron Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, y a dos semanas del secuestro y tortura de Corina de Bonis.