Cuando Marilina Bertoldi era chica redundaban las publicidades donde un chabón llegaba del trabajo, se abría la camisa y también la heladera para tomar agua –o gaseosa, porque hubo alguna de Coca con el mismo cliché– de manera pornográfica. Después, una mujer se arrimaba por detrás y acariciaba su mejilla o se apoyaba en su hombro; posiblemente fueran publicidades de espumas de afeitar, perfumes masculinos y esos adminículos. Ahora que hace poco cumplió 30 años, Marilina es una de las músicas más importantes de su generación, con una propuesta híper personal, y de modo pre, sub o inconciente trae justicia contrapoética e irónica en el brillante video de Fumar de día, cortado de su nuevo disco Prender un fuego. Si la generación previa se había dejado interpelar por el affaire Miami y la cultura MTV noventosa, entre el hip hop y el teen pop; y la posterior viene atraída por la sobreactuación de la diosura y el ascenso social de los músicos del trap centénico, Marilina patina una tabla intermedia, algo así como una posverdad de la artista pop independiente contemporánea. En el video, dirigido por ella, Luli Shapochnik y Gonza Alipaz y producido por Waleco, Bertoldi llega de gira (literal, de tocar; o de una gira de ponérsela en el rodete) y hay facturas vencidas, T.E.G. entre los pedales, olor a chivo, audio de WhatsApp, vinos vacíos, restos de delivery, asuntos pendientes y celebraciones inconclusas, verdura podrida, comida chatarra, artículos de limpieza sueltos, un home studio, una interrupción a la G.L.O.W. y una tuca que se fuma de día. “Original, como tu disfraz”, insiste en el estribillo, mientras se pasea por instantáneas de costumbres milénicas y actúa un rescate (un rescatarse) que interpela a cualquier joven: quiénes somos, cómo nos mostramos, cuánta paja nos dan las cosas y quién va a recibirnos en casa...

* Marilina Bertoldi presentará "Prender un fuego" el sábado 13 (+18) y el domingo 14 (ATP) en Niceto Club, Niceto Vega 5510.