En un marco de tensión, esta vez por la supuesta presencia de una bomba, lo que demoró tres horas el comienzo de la audiencia, siguió ayer el juicio contra 11 policías y una mujer acusados por el crimen del joven Fabián Gorosito, ocurrido en agosto de 2010. Tres peritos psicólogas describieron ante los jueces del Tribunal Oral 1 de Morón las graves secuelas que todavía hoy padecen tres jóvenes, amigos de Gorosito, que fueron detenidos y torturados en la comisaría de Mariano Acosta, partido de Merlo, adonde los llevaron por error, dado que uno de ellos se parecía mucho a Gorosito, quien una semana después apareció asesinado en un zanjón. En la causa se investigan los tres casos de tortura y el homicidio, dado que se trata de “hechos que están articulados entre sí”, le dijo a PáginaI12 la abogada Margarita Jarque, de la Comisión Provincial por la Memoria, que viene acompañando a la familia de la víctima. 

Los imputados fueron absueltos en el primer juicio y los tres jueces que integraban el Tribunal 1 en ese momento optaron por pedir la jubilación, para evitar el jury pedido por las irregularidades en el proceso. Casación dejó sin efecto el fallo absolutorio y el nuevo juicio, con otra conformación del Tribunal, comenzó en agosto, tres años después de anulado el sobreseimiento. Los policías nunca estuvieron presos, todavía hoy siguen en actividad y “algunos de ellos hasta fueron ascendidos”, subrayó Jarque. 

En la jornada de ayer prestaron testimonio la perito oficial Silvina Catera, y las peritos de la parte querellante Paula Ruiz y Melina Galeano, del Programa de Salud Mental de la CPM. Las especialistas coincidieron en señalar “el grado de afectación sufrido por los tres sobrevivientes que fueron torturados (los hermanos José y Daniel Mancini) y Maximiliano Silva”, que habían confundido con Fabián Gorosito, a quien estaban buscando porque tenía una relación sentimental con la pareja de uno de los policías, Aixa Sosa, la única civil imputada en la causa. Los tres jóvenes fueron secuestrados en la vía pública por hombres vestidos de negro y encapuchados. En la comisaría “se ensañaron con Maximiliano, a quien confundieron con Fabián, que apareció muerto cuatro noches después”, recordó Jarque. A Maximiiano lo colgaron de unos ganchos en la celda y lo golpearon en el tórax. Después, al confirmar el error, los dejaron en libertad, pero les armaron una causa para justificar la detención. Las peritos coincidieron en señalar los daños que todavía sufren, sobre todo Maximiliano, ocho años después, de acuerdo con lo que establece el Procolo de Estambul, en materia de efectos psicológicos sobre las personas víctimas de torturas. 

“Las tres peritos fueron muy claras al exponer sobre las secuelas que todavía sufren los tres jóvenes, en especial Maximiliano”. La abogada de la CPM dijo que los tres chicos y los familiares de Gorosito tienen custodia por las amenazas recibidas durante el juicio, que podría finalizar la semana próxima. Por ese motivo, víctimas y testigos se negaron a dar a conocer sus domicilios en el debate. 

Los acusados son los policías Adrián Giménez, Cristian Fortunato, Pablo Nievas, Raúl Ortiz, Luis Fernández, Hernán Oviedo, Marcelo Dipierro, Gonzalo Cuelli, Rubén Villalba, Leonardo Ose y Gabriel Sánchez, además de Aixa Sosa, pareja de Giménez, quien aparece en el caso como el principal imputado.