El dólar cerró ayer a 38,19 pesos, con un retroceso de 39 centavos respecto de la jornada previa. Se trata de la sexta baja consecutiva. El Banco Central absorbió 60.108 millones de pesos con Leliq. El vencimiento era de 52.815 millones. Esto implica que se retiraron 7293 millones de pesos netos de circulación. La tasa de interés promedio se ubicó en 72,6 por ciento y la tasa máxima fue del 73,9 por ciento. Se trata de la primera baja desde que comenzó octubre y se lanzó el programa de emisión cero. El lunes se había pagado una tasa promedio de 73,5 por ciento y una máxima de 74,1 por ciento. La reducción de la tasa fue mínima y el rendimiento de los pasivos monetarios es 14 puntos porcentuales más elevados que a finales de septiembre.

Los fondos del exterior no terminan de convencerse con la estrategia monetaria del país y las acciones anotan fuerte volatilidad. El índice MerVal registró una caída del 3,1 por ciento y se ubicó en el nivel más bajo del último mes. Los bancos son de los más afectados. El Grupo Financiero Galicia cayó 6 por ciento moneda dura, mientras que el Supervielle computó una contracción del 3,8.

Las altas tasas de las Leliq están generando una ganancia extraordinaria en el balance de los bancos en el corto plazo. El problema es que los financistas perciben que estas inversiones son riesgosas porque el Central registra un patrimonio neto cada vez más desequilibrado. Esto hace que el balance contable de la banca empiece a perder solidez (porque su principal deudor tiene una menor capacidad de repago). El inversor teme la reestructuración (o canje) de Leliq y se desprende de las acciones.

Los títulos públicos, en contraste, mostraron subas luego de varias jornadas en baja. El riesgo país se ubicó en 667 puntos, con una baja de dos puntos básicos.