El ministro de Energía, Juan José Aranguren, ratificó que las tarifas de luz aumentarán desde el 1º de febrero y las de gas harán lo propio a partir de abril. El porcentaje de incremento de la electricidad se conocerá en los próximos diez días, aunque las pistas están en las propuestas tarifarias que desplegaron las empresas en sucesivas audiencias públicas realizadas el año pasado. Según aquellos pedidos de los privados, para usuarios residenciales de consumo mínimo la suba de la electricidad llega al 130 por ciento, mientras que para los de consumo medio se ubica en 30 por ciento. En el caso del gas, el incremento oscilaría según las sugerencias de las empresas entre el 180 y 100 por ciento para los usuarios de consumo mínimo y medio, respectivamente. En general, los aumentos tendrán mayor impacto porcentual en las boletas de menor consumo por la incidencia de los ajustes superiores en los cargos fijos.

Según datos recopilados por la Fundación Generación del Sur, integrada por un grupo de especialistas en el área energética, los usuarios residenciales a lo largo de 2016 enfrentaron aumentos de las tarifas eléctricas en el Area Metropolitana de Buenos Aires del 550 por ciento en promedio teniendo en cuenta el mismo nivel de consumo. En el gas, el aumento de la boleta para los usuarios que menos consumen fue del 230 por ciento el año pasado. Cabe aclarar que uno de los factores que exacerbó el conflicto tarifario fue que el Gobierno no previó que las bajas temperaturas de 2016 frente al 2015 impulsaron el consumo energético y, con él, el importe de las boletas.

Edenor propuso una suba de las boletas de usuarios residenciales para este año de casi el 100 por ciento para los usuarios de menor consumo y del 36 por ciento para el usuario medio. Edesur pidió que esos porcentajes se ubiquen en el orden del 130 y 91 por ciento, respectivamente. El incremento, de todos modos, será algo mayor por el aumento en el costo de generación, todavía no calculado, y en el precio del gas que se utiliza para generar electricidad. La próxima semana o a principios de la siguiente se conocerá en qué medida esos valores serán convalidados por el Gobierno en el nuevo cuadro tarifario.

Según Metrogas, la suba para la categoría de consumo más baja de usuarios residenciales será del 180 por ciento en relación a los valores actuales, y del 100 por ciento para un usuario medio, sin tener en cuenta el aumento del precio del gas en boca de pozo y la variación del tipo de cambio. El aumento tarifario para 2017 es en términos porcentuales más alto para los usuarios que menos consumen por el impacto de los cargos fijos. A pesar de tratarse de incrementos importantes, representan montos menos relevantes de los que surgirían de aplicar esas subas en las boletas de mayor consumo.

En el universo de los usuarios no residenciales el panorama es el siguiente: la boleta de Metrogas para pymes que consumen hasta 12 mil metros cúbicos al año aumentó en 2016 un 244 por ciento para el mismo nivel de consumo interanual. La propuesta que la empresa distribuidora presentó en la audiencia pública realizada el 7 de diciembre pasado supone un alza con respecto a las boletas posteriores al tarifazo del orden del 109 por ciento para ese grupo de usuarios no residenciales. A ello deberá sumarse el incremento del precio del gas en boca de pozo, que será del 11 por ciento. En abril las nuevas tarifas del gas representarán subas del orden del 620 por ciento en relación a los valores previos al primer tarifazo, es decir que se multiplicaría por siete el costo del servicio. Para las empresas que consumen entre 12.001 y 108.000 metros cúbicos al año, el aumento que comenzó a regir desde octubre de 2016 luego del fallo de la Corte fue del 280 por ciento para el mismo nivel de consumo. La propuesta de Metrogas supone una nueva suba de al menos el 52 por ciento, lo que lleva al aumento al escalón del 478 por ciento frente a los valores previos al primer tarifazo, un incremento de cinco veces en la boleta.

En cuanto a la electricidad, Edenor propuso para un comercio chico subas de alrededor del 31 por ciento; para un comercio mediano, un 53 por ciento y para un comercio grande, 109 por ciento sobre los valores actuales. En Edesur, las propuestas para las empresas supone una relativa estabilidad de tarifas en relación al 2016. Estos números no contemplan el incremento en el costo de generación, el aumento del gas como insumo de las centrales térmicas ni la variación del tipo de cambio.

Aranguren señaló ayer que “en el caso de la electricidad, como lo dice la ley, el aumento ocurre desde el 1º de febrero. Estamos coordinando la información que el ENRE prepara respecto de la tarifa de transporte y distribución, conforme a lo que se informó en las audiencias públicas, y también, el correspondiente a la generación, que nosotros informamos a la audiencia pública”, sostuvo el funcionario. Con relación al gas, confirmó que el nuevo incremento comenzará a regir desde el primero de abril, y señaló que “los porcentajes son los que se han informado en las audiencias públicas”.

El ministro también se refirió a los cortes de energía eléctrica que vienen afectando a miles de usuarios. “En diciembre hubo 40 por ciento menos de cortes que en el mismo mes de 2015 y la duración disminuyó 35 por ciento”, minimizó. Según afirmó, esto se debe a los acuerdos con los sindicatos para que atiendan más rápido las emergencias ante un corte y debido a una reducción del consumo por una conducta más responsable de los usuarios.