Organizaciones sociales, políticas y sindicales realizaron ayer un “flanazo” y más de cincuenta ollas populares para visibilizar la situación en los barrios más vulnerables y exigir una agenda social. La protesta, que se extenderá hasta el viernes, incluyó cortes y manifestaciones en diferentes puntos de la ciudad para pedir “en unidad” a los gobiernos nacional y porteño que se declare la emergencia alimentaria, habitacional, educativa y sanitaria.   

“La agenda social son 16 puntos básicos e impostergables en los que gremios, organizaciones, inquilinxs, migrantes y lxs vecinxs de la ciudad en conjunto exigimos en materia de trabajo, salud, educación, transporte, infraestructura, ambiente y vivienda”, explicó Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital, desde el Obelisco. El escrito presentado el 8 de octubre plantea –entre otros puntos– que se declare la emergencia alimentaria y en materia de educación, vivienda, salud y adicciones, el cese de los despidos en el ámbito público y privado, la defensa del trabajo en la vía pública, el cumplimiento de la ley de Basura Cero, que se respeten las paritarias libres, que se cree un sistema de tarifas de los servicios públicos accesible para todas las familias y la prohibición de los cortes de servicios por falta de pago. Además del gremio de estatales, de la medida participaron la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), los metrodelegados de Agtsyp, y clubes de barrio, vecinos de las villas, inquilinos, trabajadores migrantes, médicos, centros de adicciones, legisladores, personas en situación de calle y movimientos populares. 

A primera hora de la mañana, integrantes del Frente Popular Darío Santillán cortaron el cruce de Corrientes y Callao para desplegar un desayuno popular. A la protesta llevaron un flan gigante –como parodia de la frase del actor oficialista Alfredo Casero, que se volvió viral– y se lo entregaron simbólicamente a Mauricio Macri “como premio a las políticas económicas de hambre de Cambiemos”. 

“El flanazo representa la política económica de este Gobierno que significa más hambre, más pobres y más desocupación. Este desayuno popular es lo que comemos cientos de familias en los comedores. Necesitamos que se garanticen los servicio básicos en nuestros barrios y que se avance con las leyes que propusimos desde los movimientos sociales como la emergencia alimentaria”, consignó Dina Sánchez, vocera de la organización. Por otro lado, Sánchez señaló que la agenda de lucha social incluiría una masiva movilización al Congreso, donde los senadores comenzaron, ayer por la tarde, a debatir la ley de integración sociourbana de los barrios populares, finalmente aprobada. Al respecto, desde la CTEP consideraron que el tratamiento del proyecto representó “un hecho histórico, una conquista enorme, consecuencia del trabajo monumental que llevaron a cabo las organizaciones sociales relevando todas las villas y asentamientos de todo el país”.

Los sindicatos porteños instalaron 50 ollas populares, algunas en el Obelisco, para reclamarle al jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, “que escuche las necesidades de los trabajadores y trabajadoras estatales, docentes, del subte y de la economía popular”. En ese sentido, el secretario de Derechos Humanos de la Agtsyp, Miguel “Pipi” González, manifestó que “los trabajadores sufrimos el ajuste y la persecución, por eso estamos acá: para mostrar lo que está pasando y demostrar que no nos van a poner de rodillas”.

Bernardino Avila
Se realizaron cortes de calles y manifestaciones en 50 puntos de la ciudad.