En la Argentina, tres de cada diez mujeres de entre 40 y 70 años nunca se hicieron una mamografía, un estudio fundamental para la prevención temprana del cáncer de mama, enfermedad que causa alrededor de 5600 muertes por año en el país. Si bien el número de estudios aumentó respecto de años anteriores, la problemática sigue vigente y, de acuerdo con el cálculo de los expertos, en la Argentina una de cada ocho mujeres va a tener cáncer de mama.

La falta de tecnología, la escasez de médicos especialistas y la ausencia de leyes que incentiven a las mujeres a realizarse mamografías son sólo algunos de los factores que impiden un diagnóstico efectivo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Argentina de Mastología (SAM), se detectan alrededor de 20 mil nuevos casos de cáncer de mama por año en el país, en promedio dos nuevos por hora, y el 32 por ciento de las argentinas de entre 40 y 70 años nunca se hizo una mamografía.

Esto sucede, según los informes, en parte, porque a mayor distancia de los centros urbanos disminuye el acceso a un diagnóstico de calidad; el equipamiento no es suficiente, ya que el 75 por ciento de los equipos del país son de tecnología antigua –analógicos–, y muchas mujeres carecen de recursos para trasladarse a las ciudades todas las veces que el sistema de salud lo requiere. Es decir, llegan tarde a un resultado que pueden obtener en 48 horas.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Argentina ocupa el segundo lugar en riesgo de decesos por cáncer de mama en América Latina, ya que “mueren alrededor de 20 mujeres por día a causa de esta enfermedad”, aseguraron desde Fundación Telmed.

A partir del trabajo de la Fundación, se logró que en Corrientes, Jujuy y Misiones se apruebe una ley que permita a las mujeres tomarse un día de licencia al año para poder hacerse los estudios ginecológicos necesarios: Papanicolau, mamografía y colposcopía.

Por, actualmente se está impulsando que la ley se haga extensiva a todo el país. “Creemos que todas las mujeres deben tener igualdad de acceso a un diagnóstico mamario de calidad, sin importar la condición socioeconómica en la que se encuentre. Es otra manera de democratizar el acceso a la salud”, afirmó la directora de Fundación, Natalí Kliksberg.