Votado en general por unanimidad en Diputados, el proyecto de Ley de Educación se encontró con un escollo en el Senado tras las presiones de la iglesia católica que encontraron una buena receptividad en un grupo de legisladores de esa cámara. Dos de los autores de la iniciativa, los legisladores Rubén Giustiniani y Patricia Chialvo hablaron con Rosario/12 y lamentaron la chance de realizarse modificaciones, aunque confiaron en alcanzar una sanción definitiva. “Nos tomamos dos años para escuchar a absolutamente todo el mundo”, aseguró la peronista. “Es curioso que Santa Fe sea la única provincia del país que no tenga una ley de educación, se tomará el tiempo que se tenga que tomar, pero Santa Fe va a tener ley de educación”, consideró el diputado del partido Participación e Igualdad.

Más de dos años se tomaron cinco diputados para elaborar un proyecto de este tenor, de esta importancia. El radical Alejandro Boscarol, la progresista Verónica Venas, el del Frente Social y Popular Carlos Del Frade, Giustiniani y Chialvo unificaron sus miradas que, junto a la del Ejecutivo, se transformó en la media sanción que se alcanzó menos de un mes atrás. En ese lapso convocaron y se reunieron con docentes, gremios, entidades, todo un abanico al fin de alcanzar un texto con “muchísimas instancias de participación”. 

Como revelara este diario, cundió entre los senadores el lobby del arzobispo de Rosario y presidente de la comisión de Educación de la Conferencia Episcopal, Eduardo Martín, quien se movió junto a sus colegas de otras diócesis como Santa Fe, Sergio Fenoy; Rafaela, Luis Fernández; y el obispo de Venado Tuerto, Gustavo Help, para impedir que la media sanción se convierta en ley.

El primero en reaccionar ante el lobby clerical fue Del Frade, quien aseguró que la Iglesia sí fue escuchada en la comisión de Educación, a diferencia de lo que dijeron los obispos para frenar la ley en el Senado. "Los obispos mienten abiertamente", le dijo el rosarino a este diario, en una nota publicada este fin de semana.

Por su parte, Chialvo se sumó al contraataque: “Entiendo que muchos sectores van a pedir ser escuchados de la mejor manera  tal como fueron escuchados en Diputados”. Y avisó: “Si es necesario nos sentaremos de nuevo a explicar, pero no hay grandes objeciones para hacerle”. La diputada peronista cree que el texto del proyecto es bien claro y no da lugar a “objeciones” como la que cometió la congregación santafesina.

“No estoy de acuerdo con el planteo, sí se habla de la libertad de los padres a elegir la educación de los hijos, en ninguna parte hay un artículo que establece que va a ser el Estado; con respecto a la educación privada no hay ninguna cuestión prohibitiva; y cuando se habla de formación docente, el Estado la va a garantizar, de ninguna manera prohíbe que haya instituciones privadas que también lo hagan; hay un error de interpretación al leer los artículos”, consideró la legisladora, que aseguró que se reunió en la previa de la media sanción con el arzobispado y dijo sentirse “preocupada” por la conducta del Senado. “No se está interpretando como corresponde lo que está escrito”, cerró la legisladora del PJ.

Giustiniani, por su parte, sentenció que “nadie puede alegar que se desconocía lo que estaba en debate”, ya que se dio convocatoria a un gran número de sectores. “El Senado tiene el tratamiento y si hacen modificaciones volverá, es el juego de la democracia, pero hay un consenso político claro para que terminemos con esta vergüenza. Todos los sectores tienen derecho a expresar su punto de vista, y tanto los diputados como los senadores tenemos la legitimidad para recibir a todo el mundo, sin privilegios de ningún sector. Vamos a ver qué modificaciones le hace el Senado, sobre eso haremos los análisis respectivos y tenemos la posibilidad en Diputados de tratarlo nuevamente, pero hay que partir del hecho de que Santa Fe tiene que tener ley”, concluyó el ex senador nacional.