Desde Trelew

El Salón Teatro San David, lugar de encuentro de la comunidad galesa en esta ciudad, tembló en la noche del sábado por las risas y carcajadas que despertaron en el auditorio, repleto, el trío de comediantes feministas, Ale Bavera, Verónica Lorca y Flora Alcorta. El show, gratuito, fue parte del centenar de actividades artísticas y culturales que ofreció el 33° Encuentro Nacional de Mujeres.  

Ubicado sobre la calle San Martín, y Belgrano, su auditorio del primer piso desbordó de encuentreras de todas las edades. Abrió el show Ale Bavera. Ya hacia el final, recordó que en Chubut existió el Titanosaurio, el animal más grande que habitó sobre la tierra y por eso –dijo– quiso recordar a algunos otros dinoaurios. 

“Por ejemplo, la ‘Lilitasaurio’, que es herbívora y come plantas alucinógenas, lo cual explica sus comportamientos erráticos. El ‘Larretasaurio’, que circula por bicisendas y no mastica: sólo chupa cirios.

 El ‘Olmedosaurius’, único dinosaurio amarillo y obsesionado con un cementerio para huevos de dinosaurios. 

Y el ‘Maurisaurius’, que desciende del ‘Papasaurio’, le tiene miedo a las tormentas y cuando nos pregunten por qué se extinguió responderemos ‘es que pasaron cosas’”. Fue tal vez, uno de los momentos más festejados de su stand-up. Aplausos y carcajadas. 

A su turno, Vero Lorca contó, entre otras referencias autobiográficas, que le da culpa ser heterosexual “en un momento en que muchas amigas me dicen: ‘La vida es corta, hacete torta’”. 

El espectáculo lo cerró Flora Alcorta. Guitarra eléctrica en mano, en su cancionero, incluyó un tema con música de la famosa Tan enamorados, de Ricardo Montaner, donde cuenta la historia de un trío –de ella y su novio, y una vecina, Carla, que devino en relación lésbica–. Aquí, parte de la letra: 

“…pero en el cuarto, Carla se dio cuenta/ ella notó/ que yo estaba asustada/ sacó a mi novio/ me arrancó la remera/ dijo “no tengas vergüenza  , que esto recién comienza”.”

“Y ahí nomás, me comió el conejo/y yo, me prendí fuego en el colchón/  

lambeteaba con tanta pasión/ que la vulva se me chamuscó/ y yo casi me infarto, acabando en el cuarto/ tenía razón el mito: las tortas chupan mejor”.