"Hace tres días que nos viene reprimiendo y solo pedimos viviendas dignas para nuestros hijos". El reclamo pertenece a un grupo de 70 familias de barrio Nuestra Señora del Rosario, en el sudoeste de la ciudad, que ayer se manifestó en Lamadrid y Castellanos para reclamar viviendas dignas y quejarse por la respuesta estatal: "Que dejen de mandar a la policía", protestaron. A pocos metros, la mirada sostenida de una docena de policías, en chatas y a caballo, custodiaba celosamente el lugar. Temprano, las familias sufrieron una tercera represión con balas de goma y gases lacrimógenos. Pasado el mediodía, apretados bajo la sombra de un par de árboles, que aliviaban los más de 32 grados, denunciaron que el lunes, cuando intentaron ocupar un terreno por las inundaciones que sufrieron sus casas, tanto la policía provincial como Infantería y Gendarmería los atacaron ‑‑mientras protestaban con familias de barrio La Cariñosa‑‑ hasta con rebenques. Hoy, van a distrito Sudoeste para exigir ser atendidos por la Dirección. Parte del terreno pertenece a la Municipalidad y está destinado a las obras de la doble vía de calle Lamadrid. El resto es de un privado.

"Vivimos todos amontonados: dos o tres familias por casa. En la casa de la esquina viven 22 personas en dos piezas", protestaron las mujeres, rodeadas de niños, cuyas vidas peligran cuando el agua sube. "Tenemos que bajar la térmica, porque es un riesgo tener el agua a las rodillas y todos los enchufes están por abajo. Acá cuando llueve salimos todos a la calle, porque no tenemos otro lugar seguro donde estar", protestaron Leila y Victoria.

"Estamos reclamando una vivienda digna. El terreno que pedimos está vacío hace casi 25 años, y se está haciendo un basural. Necesitamos que se haga presente alguno de los funcionarios", reclamaron. Nombraron a autoridades municipales y hasta a la intendenta Mónica Fein. "Ella estuvo hoy por acá cerca, por el puente que corta el arroyo Saladillo, y no vino", se quejaron. Pidieron que "dejen de mandar a la policía que hace tres días nos viene reprimiendo, cuando nosotros estamos tranquilos. Hay chicos heridos, mujeres mayores que fueron agarradas a latigazos", puntualizaron sobre la represión del martes.

Los vecinos, acompañados por movimientos sociales, refirieron que el terreno pertenece a un hombre de apellido Gardini, quien donó hace unos años la parte que da a la calle, para hacer la doble vía de Lamadrid. "Supuestamente, aparecieron los dueños del predio, que en tantos años nunca los vimos. No somos usurpadores. Pedimos que si no lo van a usar que nos lo vendan. Estamos dispuestos a pagar", dijeron.

Ayer por la mañana, volvieron al predio que dicen necesitar para dejar de vivir hacinados, y aseguraron que están dispuestos a pagar las tierras con el poco trabajo que tienen, en tareas de limpieza de hogares o cartoneo. Así, empezaron a cortar el tránsito en Circunvalación, para ser oídos, cuando "la policía provincial reprimió desde la colectora y desde Circunvalación con gases y balas de goma", relataron. Incluso, dijeron que a uno de los policías se le disparó el arma -con municiones de goma- y que "Gendarmería se lo llevó".

En medio de la desesperación por un futuro mejor, muchas familias recordaron que en 1997 fueron sacados de la zona de El Mangrullo y llevados hasta allí, pero "es lo mismo, porque acá también llueve y nos tapa el agua", se quejaron. "Pedimos que se hagan presentes los funcionarios para que no nos sigan reprimiendo, porque ante cualquier movimiento que hacemos, nos apuntan con sus armas".