Cambiemos postergó el dictamen del Presupuesto para el próximo martes, pero avanzó con los proyectos que pactó con los gobernadores peronistas que acompañarán la semana que viene el tratamiento el en recinto de la Cámara de Diputados del cálculo de recursos con que contará el Estado Nacional en 2019, bajo los condicionamientos impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

El oficialismo consiguió las firmas de la mayoría de los integrantes de la Comisión de Presupuesto, con el único respaldo del peronismo federal, para el aumento en la alícuota de Bienes Personales, la adenda fiscal y el revalúo de Ganancias para las empresas por inflación. Desde el Frente para la Victoria (FpV-PJ) y el Frente de Izquierda (FIT) calificaron las iniciativas como “parches” y reclamaron discutir el Presupuesto que definieron como “un dibujo” que no contempla la “desconocida” renegociación con el FMI; mientras que desde el Frente Renovador criticaron que el presupuesto se discuta con los gobernadores y no en el Congreso, igual que el peronismo puntano que no adhirió al Pacto Fiscal con el gobierno central. 

Cambiemos se tomó una días más para pulir el acuerdo con los mandatarios provinciales del peronismo dialoguista y terminar de cerrar la creación de un fondo (con “reasignación de partidas”) para subsidiar el transporte en las grandes ciudades, un reclamo de su propia tropa en el interior del país, aunque el proyecto radical para que los jueces paguen el impuesto a las Ganancias aún no fue incorporado formalmente a la discusión presupuestaria.

El macrista Luciano Laspina abrió el debate de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja con el mismo orden de prioridades que estableció el oficialismo en la convocatoria de último momento, dejando el Presupuesto para el final. El aumento de la alícuota de Bienes Personales, que serán gravados a partir de un patrimonio valuado en dos millones de pesos, insumió gran parte del debate. El federal Diego Bossio abrió el fuego sobre la iniciativa que consideró “un retroceso”. Bossio dijo que se enteró por los diarios que su bloque acompañaba la iniciativa, pero que había hablado con el senador Miguel Pichetto, hasta con Sergio Massa, que lo negaron, y lanzó la pregunta equivocada: ¿Qué peronista dijo que íbamos a aumentar los impuestos a los sectores medios?”.   

La respuesta no tardó en llegar. “Es parte del Consenso Fiscal 2018 (otro de los puntos del temario), que en su página 5 propone presentar un proyecto para aumentar la alícuota de Bienes Personales. Está firmado por 17 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, de los cuales solo cinco son de Cambiemos, el resto, salvo algún partido provincial, son peronistas”, replicó el radical misionero Luis Pastori.

Su coprovinciano Jorge Franco, autor del proyecto e integrante junto a Bossio del ineterbloque del peronismo federal, defendió la medida: “Va a permitir compensar, en parte, algunas decisiones que tomó el gobierno nacional de sacarnos el subsidio a las tarifas sociales y todo lo demás; podemos discutir sobre leche derramada o podemos plantear soluciones para adelante”. “Algunos podrán estar a favor y otros en contra, pero lo que no podemos tener dudas es en que en los momentos de crisis aquel que está un poquito mejor tendría que poner por el que está un poquito peor”, se justificó Franco y cavó más en la grieta de los federales. 

Más tarde el economista Marcos Lavagna dijo que su bloque no acompañará la adenda fiscal. “La adenda del Ejecutivo con las provincias no puede fijar impuestos. Los fija el Legislativo, no se puede hacer a los aprietes avasallando las atribuciones del Legislativo”, dijo para despegar al massismo de sus socios federales, con quienes busca un acuerdo electoral que excluya al kirchnerismo.

Presupuesto

Axel Kicillof fijó la postura del kirchnerismo. Calificó el aumento de Bienes Personales como “recular en ojotas”, luego de que el año pasado el Gobierno decidiera bajarlas para favorecer el blanqueo de capitales que benefició a funcionarios y “familiares del Presidente”. Luego reclamó discutir el presupuesto, detalló que en dos años y medio el Gobierno se endeudó en 100 mil millones de dólares para defender el “gradualismo”, “que se fugaron, que no están en ningún lado” y que ahora “recurren” a nuevo endeudamiento por 57.100 millones de dólares con el FMI para pagar la deuda. “No hay paquete, son manotazos de ahogado. Nosotros no estamos en esta negociación, estamos con los sectores afectados”, remató.

Darío Martínez, también del FpV-PJ, reclamó que se modifique y se grabe con un 2,5 por ciento a los bienes blanqueados en el exterior, que alcanzaría “una recaudación superior” a la que ahora se vuelca sobre los sectores afectados por el ajuste.

“No hay gobierno ni Banco Central, nos gobiernan el FMI, la Bolsa de Wall Street y la Casa Blanca”, cargó Romina Del Plá (FIT-PO) y sostuvo que “una vez más, como tantas en la dramática historia argentina, el gobierno está produciendo un endeudamiento feroz que lleva al quebranto al país. 

Atrás había quedado el pedido del radical mendocino Luis Borsani para incorporar al presupuesto el único artículo del proyecto de la UCR para que los jueces paguen Ganancias. Afirmó que el mismo había reunido 38 firmas entre los diputados de Cambiemos y confió en que muchos opositores también lo rubricarían. Pero el oficialismo no sumó por ahora la iniciativa a la discusión parlamentaria.