El juez Roberto López Arango leyó, pasadas las 17, el veredicto en la causa contra los propietarios del Instituto Privado de Pediatría de Paraná por apropiación de menores y sustracción de identidad a los mellizos que dio a luz Raquel Negro, el 2 de marzo de 1978, y que eran hijos también del militante montonero Tulio Valenzuela. Las condenas fueron de nueve años de prisión para Miguel Torrealday como partícipe necesario del delito y de seis años a sus socios David Vainstub y Jorge Rossi, como partícipes secundarios. Los mellizos nacieron en el hospital militar de Paraná, pero pocos días después fueron trasladados al IPP, clínica de neonatología recientemente inaugurada. La niña ingresó como Soledad López y el niño como NN López. El 27 de marzo de 1978, los días fueron dados de alta. A la niña, los represores Walter Pagano y Juan Daniel Amelong la llevaron a Rosario y la dejaron abandonada en la puerta del Hogar del Huérfano. Fue dada en adopción a una familia de Pergamino. El 20 de diciembre de 2009, pudo restituir su identidad Sabrina Gullino Valenzuela Negro. Desde entonces, busca incansablemente a su hermano mellizo.

Protagonista fundamental de la causa que comenzó en Paraná el 6 de agosto pasado, Sabrina se manifestó ayer “sorprendida” y conforme por la decisión de López Arango, y llamó a continuar la búsqueda de su hermano, que se viralizó en las redes sociales con la pregunta: #DondeEstáElMelliValenzuelaNegro.

Durante el juicio, la querella había pedido condenas de 15 años de prisión para los tres imputados y la fiscalía a cargo de José Candioti pidió 12 años para Torrealday y nueve para los otros dos médicos.

El devenir del juicio permitió también develar cómo había sido la llegada de los mellizos desde el hospital Militar al IPP, ya que una enfermera –Alicia de Baratero- contó que un médico y un camillero del IPP llegaron a la institución militar a buscar al niño. Otra enfermera, Imelda Princic, manifestó que fue Torrealday quien entró con el niño a la clínica de neonatología. Las enfermeras fueron claves para dilucidar lo ocurrido. Fue otra, Stella Maris Cuatrín manifestó que era médico y vivía en Córdoba, de acuerdo a lo que había podido saber por boca de una médica pediatra. “Esta causa es muy importante porque es la primera vez que se juzga en Entre Ríos la responsabilidad civil durante la última dictadura cívico militar pero también porque con su pacto de silencio, los médicos siguen aportando a que se cometa el delito de apropiación y sustracción de la identidad del Melli”, dijo Sabrina. Durante la sentencia, organizaciones de derechos humanos de todo el país, como así también sociales, políticas y gremiales de Paraná acompañaron a los querellantes.