El gobierno francés autorizó la extradición a la Argentina del represor Mario Sandoval, acusado del secuestro y desaparición de Hernán Abriata en 1976. La medida había sido solicitada por el juez Sergio Torres en 2012 el marco de una causa por crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA.

El primer ministro francés Edouard Philippe y la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, firmaron el decreto que autoriza el juzgamiento de Sandoval por privación ilegal de la libertad y torturas, considerados delitos de lesa humanidad. En ese documento se señala que los crímenes del represor argentino son considerados imprescriptibles y que los hechos que se le imputan no están relacionados con una persecución política, religiosa o de ningún otro tipo.   

“Esta decisión, así como las anteriores de la Corte de Apelación de París y del Tribunal de Casación, constituyen una victoria para los derechos humanos”, señalo Sophie Thonon, abogada que representa a la familia de la víctima.     “Después de 45 años de lucha, la familia de Hernán Abriata y en particular su madre Beatriz, de 92 años, esperan qque esta decisión permita que Sandoval responsa por los crímenes de lesa humanidad por los que lo investiga la justicia de su país”, agregó.

Sandoval, alias “Churrasco”, estuvo destinado en el Departamento de Asuntos Políticos de la Policía Federal entre 1976 y 1979. Integró el grupo de tareas 3.3.2.  Abriata, estudiante de arquitectura e integrante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). fue secuestrado por un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada. Sandoval estuvo al frente de la patota de la Policía Federal que ejecutó el operativo el 30 de octubre de 1976. Vestido con ropa de fajina, se identificó ante los familiares del joven, les dijo que pertenecía a Coordinación Federal y que llevaba a cabo “un procedimiento de rutina”. Al finalizar la dictadura, Sandoval se radicó en Francia, donde obtuvo ciudadanía y se diplomó en materia de seguridad e inteligencia económica. Trabajó como asesor de los paramilitares colombianos, como colaborador de varias empresas y dio clases en universidades francesas. Su foto apareció publicada en la Argentina y los padres de Abriata lo identificaron como el inspector que acudió a detener a su hijo.