Por cuarto día consecutivo, policías y fiscales brasileños requisaron ayer universidades en búsqueda de materiales alusivos a la elección presidencial que se definirá mañana. La medida, ordenada por la Justicia Electoral a principios de esta semana, fue denunciada por profesores y alumnos como una campaña de censura. En esta línea, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, dijo que la censura de la justicia no logrará callar a los universitarios que lo apoyan. “De nada sirve intimidar a las universidades. De nada sirve invadir los campus universitarios. La Educación no se va a callar”, asguró el candidato y ex ministro de Educación. “Los profesores y los estudiantes no se van a callar hasta derrotar a ese soldadito de pacotilla”, tuitió Haddad en referencia a su opositor, el ultraderechista, Jair Bolosonaro. Hasta el momento ya fueron requisadas 17 universidades en nueve de los 27 estados de Brasil. En la Universidad Estadual de Paraíba de Campina Grande (noreste), por ejemplo, el juez Horácio Ferreira de Melo ordenó incautar el Manifiesto en Defensa de la Democracia y de la Universidad Pública. Además, prohibió el uso del espacio público para hacer política partidaria, según informó el diario O Globo. “Este manifiesto no es un material que se refiere a la defensa de una candidatura o de otra, pero por supuesto que el contenido político del manifiesto termina chocando con una candidatura que de cierta forma va en contra de la bandera de la democracia”, contó Tiago Neves, profesor de psicología de esa universidad al diario Brasil de Fato. Los fiscales, entre otras cosas, retiraron de la fachada de la Facultad de Derecho de la Universidad Federal Fluminense (UFF) una pancarta que decía Universidad Antifacista, y que luego sustituyeron por otra que dice: “Censurado”. Alumnos y profesores denunciaron además la confiscación de computadoras personales.